Aunque aún no se ha completado la autopsia al cadáver del actor Matthew Perry, que fue encontrado sin vida el sábado 28 de octubre en su vivienda en Los Ángeles, informes preliminares confirman que el querido intérprete no falleció a causa de alguna sobredosis de fentanilo o metanfetamina, las conocidas drogas en la epidemia de opioides en Estados Unidos.

La noticia fue difundida por el portal TMZ, a partir de fuentes policiales. Además se recordó que todavía son necesarias pruebas más complejas de toxicología para verificar o descartar si en su sistema hubo otras drogas ilegales o si los niveles de algún medicamento recetado estaban en dosis dañinas.

La mañana del domingo, 29 de octubre, al día siguiente de su deceso, el equipo de rescate que atendió la llamada de emergencia en el domicilio del actor confirmó que varios tipos de drogas fueron encontradas en el sitio, todas con prescripción, como antidepresivos y otros medicamentos para la ansiedad.

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En todo caso, los nuevos informes de toxicología podrían demorar de cuatro a seis meses en estar listos y, con esa información, finalmente la oficina forense determinará la causa y la forma oficiales del fallecimiento.

Si algo ilícito llegara a revelarse en los resultados de su autopsia, la División de Robos y Homicidios del LAPD continuaría investigando.

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Matthew Perry fue encontrado inconsciente en su bañera de hidromasaje el sábado 28 de octubre, en su residencia en Pacific Palisades, luego de una partida de pickleball ese mismo día en el Riviera Country Club.

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Inicialmente pareció que el querido Chandler de la serie Friends habría muerto ahogado, pero de momento no hay todavía una versión oficial de la causa de su muerte. (E)