La polémica no ha sido ajena para la activista Monica Lewinsky, quien acaba de sumar su postura sobre el drama legal entre Johnny Depp y Amber Heard.
La exayudante de la Casa Blanca, de 48 años, que ha atravesado su propio escándalo en los titulares, dio su opinión sobre la demanda por difamación de $50 millones que Depp presentó contra Heard después de que ella afirmara que fue víctima de abuso físico y sexual en un artículo de opinión de 2018, para The Washington Post.
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“Este espectáculo legal sería bastante triste si solo afectara la vida personal de Depp, Heard y sus seres queridos”, escribió Lewinsky en un artículo para Vanity Fair. “Sería lo suficientemente triste incluso si solo consideráramos cómo ha impactado a los sobrevivientes de violencia doméstica o a aquellos que han buscado fuerza en el movimiento #MeToo. Sin embargo, son las implicaciones más grandes para nuestra cultura las que más me preocupan: las formas en que hemos avivado las llamas de la misoginia y, por separado, el circo de las celebridades”.
“No me sorprendió que los memes sobre Amber Heard superaran en número a los de Johnny Depp”, escribe Lewinsky. “No me sorprendió que el discurso cruel y vitriólico estuviera dirigido predominantemente a la mujer. Y no debería haber estado sorprendida (pero lo estaba) de que comenzara a recibir publicaciones sugeridas sobre el juicio”, continuó. “Pero eran menos sobre Depp y Heard; más parecían idolatrar a Camille Vasquez (la abogada de Depp) por su ‘actuación’ al interrogar a Heard. (Oh, ¿pensaste que no tendríamos ninguna acción de ‘chica con chica’ en este juicio? Eso está en el álbum de grandes éxitos de la misoginia)”.
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La autora explicó que aunque el público ha quedado fascinado con la saga legal, las consecuencias podrían ser extremadamente inquietantes. “No son solo los dos individuos y cómo te sientes acerca de ellos o esta situación; es el daño colateral cultural”, escribió en parte.
“Al final, las formas en que desdeñosamente hemos cooptado el juicio para nuestros propios fines son una señal de cuántos de nosotros, los mestizos de las redes sociales, hemos seguido devaluando nuestra dignidad y humanidad. (Perdóname si subo de tono. Habiendo sido el receptor de este tipo de crueldad, puedo decirte que las cicatrices nunca se desvanecen).
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“Ciertamente no estoy aquí para decirles que no miren el veredicto o que no tengan una opinión. Pero, ¿Qué es demasiado?” Lewinsky posó. “¿Qué se define como ‘demasiado lejos’? Como hemos visto cómo se desarrolla esta historia, ¿A qué nos da derecho nuestra opinión? ¿Nos da derecho a decir en quién ‘creemos’? a eso nos ha llevado, como jurados virtuales, a ‘¿simplemente sentirlo en nuestros huesos?’”.
Lewinsky tiene experiencia de primera mano sobre lo que el escrutinio público puede hacerle a una persona después de que su aventura con el expresidente Bill Clinton fuera expuesta en los años 90, lo que provocó una investigación del gobierno sobre su cita romántica. Los medios de comunicación criticaron duramente a la exbecaria con una campaña pública de difamación para avergonzarla por su indiscreción.
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“Estamos empapados de la contaminación, de la suciedad y la agresión de las guerras de las redes sociales”, escribió Lewinsky. “La charla obsesiva en torno al juicio Depp-Heard es solo un pequeño ejemplo de la búsqueda cada vez más exigente y en constante expansión de schadenfreude (palabra en alemán que se traduce como satisfacción por el sufrimiento de otros) y excitación”.
“No importa a quién favorezca el veredicto del jurado, ya sea el acusado Heard o el demandante Depp, todos somos culpables”, concluyó en el conmocionado ensayo (léalo completo, en inglés, haciendo clic aquí).
Los argumentos finales en el juicio de Depp contra Heard concluyeron el viernes 27 de mayo, con el jurado ahora en deliberación y se espera que dé su veredicto esta semana.