Los británicos celebran este viernes la decisión histórica del rey Carlos III de despojar a su hermano Andrés del título de príncipe, aunque esta medida podría no ser suficiente para poner fin a su caída en desgracia ni a las intenciones del Parlamento de supervisar a la familia real.

“¡Por fin!”, tituló el Daily Mirror este viernes, mientras que The Sun ironizó con “Andrés, anteriormente conocido como príncipe”. La última vez que un príncipe fue despojado de su título por el rey fue en 1919, bajo el reinado de Jorge V.

Al conocerse la noticia de que Carlos no solo le había retirado el título de príncipe, sino que también había ordenado su exilio lejos de Windsor, el público presente durante la grabación de un programa estelar de la BBC el jueves por la noche estalló en aplausos espontáneos.

Publicidad

“Es realmente un paso valiente, importante y justo por parte del rey”, reaccionó de inmediato la secretaria de Estado de Cultura, Lisa Nandy.

El primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, mostró este viernes su apoyo al rey Carlos III en cuanto a la decisión hecha pública este jueves de iniciar un proceso para despojar a su hermano Andrés de todos sus títulos nobiliarios, incluido el de príncipe.

El primer ministro británico, Keir Starmer, en sus oficinas en Downing Street, Londres, el 29 de octubre. EFE/EPA/ANDY RAIN Foto: EFE

“Apoyamos plenamente la decisión tomada ayer por el Palacio (de Buckingham). Nuestros corazones están con la familia de Victoria Giuffre y todas las víctimas que sufrieron los despreciables crímenes de Jeffrey Epstein”, dijo un portavoz del primer ministro a medios británicos, en referencia a la mujer estadounidense que supuestamente mantuvo relaciones con Andrés cuando era menor de edad y que falleció por suicido en abril.

Publicidad

“El rey actuó con determinación y firmeza al expulsarlo de Royal Lodge. Su Majestad y el príncipe Guillermo no podían soportar que la familia real sufriera más daños”, escribió The Sun el viernes.

Una reportera sostiene una copia de 'The Sun' frente a las puertas de Windsor Great Park, donde está ubicada la mansión Royal Lodge, en la que aún vive el hermano del rey Carlos III, Andrés. (Photo by HENRY NICHOLLS / AFP) Foto: AFP

El interminable escándalo derivado de los vínculos entre Andrés y el pederasta estadounidense Jeffrey Epstein envenena la vida de la familia real desde 2011, desde que la principal denunciante del financiero acusó al segundo hijo de Isabel II de haberla explotado sexualmente, incluso dos veces cuando tenía 17 años.

Publicidad

Acusaciones que Andrés siempre negó, sin lograr convencer.

Aunque Andrés, de 65 años, no ejercía ninguna función oficial desde 2019, las acusaciones en su contra no dejan de resurgir, impulsadas en los últimos días por la publicación de las memorias póstumas de Virginia Giuffre, donde detalla sus denuncias con todo lujo de detalles.

Incluso después de que el 17 de octubre anunciara su renuncia al título de duque de York, salieron a la luz nuevas revelaciones embarazosas, como el hecho de que Andrés alojó en su casa a Jeffrey Epstein, a su cómplice Ghislaine Maxwell y al exproductor de Hollywood Harvey Weinstein -condenado por violación- para celebrar el cumpleaños de su hija mayor en 2006.

La situación se había vuelto insostenible para la familia real. Y pese a los elogios, muchos señalan que la decisión llega demasiado tarde.

Publicidad

Una fuente del Palacio de Buckingham alegó, sin embargo, que la medida requería “asesoramiento jurídico y constitucional especializado”.

Carlos “debe de sentir cierto alivio tras haber seguido el procedimiento adecuado y mantenido el contacto con su familia”, estimó el viernes en la BBC John Dimbleby, historiador y amigo del monarca.

En la práctica, Andrés -que sigue siendo octavo en la línea de sucesión al trono- se instalará en la finca de Sandringham, en el condado de Norfolk, propiedad privada del rey, quien continuará financiándolo.

Por ahora se desconoce la fecha de su mudanza, aunque los medios británicos llevan días acampando frente a su residencia.

Al exiliar a Andrés, el objetivo del rey es hacer olvidar a este hermano tan tóxico y sacar a la familia real del escándalo. Pero muchas preguntas permanecen abiertas.

Según Andrew Lownie, biógrafo del duque caído en desgracia, el expríncipe está lejos de haber salido de sus problemas e incluso podría enfrentarse a procesos judiciales.

La policía de Londres investiga una información de prensa según la cual Andrés habría pedido al agente encargado de su seguridad que buscara datos sobre Virginia Giuffre para desacreditarla.

Un grupo antimonárquico llamado Republic también anunció haber pedido a abogados estudiar la posibilidad de abrir una investigación.

Además, la cuestión más amplia sobre el control del Parlamento sobre la familia real, surgida en los últimos días, podría seguir vigente.

La diputada Rachael Maskell, que presentó un proyecto de ley para permitir al rey o a una comisión parlamentaria retirar los títulos nobiliarios a quienes los posean, instó a mantener la presión sobre la monarquía.

“Creo que el mundo cambió y necesitamos que la monarquía rinda cuentas por todos los medios posibles”, declaró el viernes a la BBC. (I)