“El oro es un metal noble, maleable y eterno; creo que así es la mujer. Es maleable en el sentido de que se puede adaptar, transformar, construir y reconstruir las veces que sean necesarias, y así es el oro. La mujer y las joyas son lo mismo. La joya eres tú”, le dice Verónika Sálomon, cofundadora de la joyería Martalía, a la mujer ecuatoriana este 8 de marzo.

La guayaquileña representa con sus diseños a cada mujer de la ciudad que tiene una pasión por el sentido del tacto, que en sus manos lleva talento y que lo que toca lo convierte en oro.

Para ella, es un honor embellecer a otras mujeres. “Si bien nadie necesita una joya para vivir, nos han acompañado desde el origen de la humanidad, porque la joya está completamente conectada con un sentimiento: es un vehículo y una intención de amor”, expresa.

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Las fechas más importantes de los rituales del ser humano están conectadas con el regalo de una joya, señala, ya que se entregan en días especiales, como cumpleaños, peticiones de mano, aniversarios, entre otros.

“Poder vestirlas, asesorarlas y conectar con esa identidad que el accesorio destaca es único. La joya resalta quién eres tú. Para mí son como los tatuajes. Pueden determinar cómo es una persona; por ejemplo, si usas aretes chiquitos, eres delicada; si te gusta expresarte, usas aretes grandes o varios anillos. Es una proyección de quién es la persona”, indica.

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Junto con su madre, Marta Lía Sánchez, ha creado un negocio que representa la joyería y la naturaleza como una conjunción artística. “Nadie le regala una joya a alguien que no aprecia y no valora”, manifiesta.

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Su última colección refleja la forma más acabada de expresión: el arte. Con motivo de cristalizar ese sentimiento, Martalía se ha juntado con las obras de Peter Mussfeldt, artista berlinés que dejó una huella en Ecuador con su arte gráfico: “Kólibri (nombre de la colección) nace del sueño de poder hacer tangible el arte en metal y poder mostrar un tipo de joyería distinto”.

La primera fase de esta colección está enfocada en el colibrí, animal que al artista más le llamaba la atención de Ecuador. “Utilizamos esa especie porque era la preferida de Peter y además porque es mensajera de buenos deseos”, menciona en referencia a las joyas que acaba de elaborar su marca, cuya inspiración nace del fallecido artista.

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“La riqueza de Mussfeldt en cuanto a arte es inmensa”, enfatiza, añadiendo que en diciembre tendrán una siguiente colección: “Es el comienzo de una relación muy bonita que irá creciendo con el tiempo”.

“La mujer, la feminidad y el poder adornarse es parte del origen de quiénes son como raza humana, y el poderlo proyectar en algo que perdure eternamente es increíble”, sostiene.

Un reto que se ha autoimpuesto es romper con estereotipos: “Si una mujer trabaja a tiempo completo o si es madre, no tiene tiempo para nada más: eso es mentira. Tengo mi propio negocio. Ser madre y esposa es demostrar que sí es posible cumplir a cabalidad bien, en todos los ámbitos de la vida, sin tener que competir o demostrarle algo al otro género, sino saber que podemos hacerlo en armonía”. (E)

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