Sin esperarlo, Penny Mourdaunt se convirtió en una de las figuras centrales de la coronación del rey Carlos III, la cual tuvo lugar desde las 05:00 de este sábado 6 de mayo (hora en Ecuador), y en donde Mourdant desfiló bajo la mirada del mundo entero cargando la gigantesca Espada de Estado.
La líder de la Cámara de los Comunes portó la espada en el evento histórico como lord presidenta del Consejo Privado, cargo que asumió desde septiembre del año pasado.
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Luciendo un vestido azul verdoso con detalles dorados y una capa a juego, Mordaunt llevó la Espada del Estado del siglo XVII a la abadía de Westminster antes de entregársela al rey Carlos III en su trono.
Aunque su rol estuvo enmarcado dentro de la formal ceremonia, las redes sociales no tardaron en viralizar y comentar sobre el despliegue de fuerza física y el buen estado de salud que debe tener la servidora británica para llevar consigo —y por tantos minutos— el pesado artefacto y permaneciendo a la derecha del rey durante el ritual.
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La espada de intrincados detalles fue fabricada originalmente para la coronación de Jorge IV en 1821, tiene incrustaciones de diamantes, rubíes y esmeraldas y está decorada con rosas, cardos y tréboles enjoyados.
Durante el servicio, la espada fue bendecida por el arzobispo de Canterbury, quien ofició la ceremonia, antes de que Mordaunt se la presentara al nuevo rey.
La espada, símbolo del poder real, se colocó en la mano derecha del rey y se sujetó a su cinturón, aunque luego se la desabrochó. Finalmente, el artefacto se colocó brevemente en el altar y, posteriormente, Penny tuvo que continuar sosteniéndola durante más tiempo.
El impecable atuendo de Murdant —también elogiado en redes sociales— se completó con ballerinas negras (aunque durante la ceremonia cambió su calzado por unos zapatos de tacón plateados), adornadas con lazos de cristal y un par de llamativos aretes de perlas.