A sus 21 años, Georgette Kalil está segura de lo que quiere lograr como una Miss International: darle otra vez la alegría a Ecuador de posicionar su belleza a nivel internacional; y emplear esta plataforma para expandir su proyecto de bienestar emocional en niños y adolescentes. Es la mayor aspiración de la Miss Ecuador International 2022 que sueña con ser psicóloga clínica para llegar a los más jóvenes del país y cuidar su salud mental.
Por lo pronto, esta modelo guayaquileña se prepara con clases de oratoria, danza (para lucir el infaltable traje típico) y pasarela para brillar en la edición # 61 del concurso Miss International, el cual se llevará a cabo el 26 de octubre de este año, en Japón. La actual soberana es la alemana Jasmin Selberg. Y también, adelanta, ha preparado un talento especial que dejará de ser secreto cuando pueda presentarse finalmente en el Gimnasio Nacional Yoyogi, en Shibuya, sede del certamen.
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Este 8 de octubre la reina de belleza empezará su travesía de la competencia en tierras niponas, pero antes de eso nos ofreció esta entrevista.
¿Por qué te gustaría ser una Miss International?
Por la misma razón por la cual ingresé a Miss Ecuador, por mi proyecto social. Cuando fue la gala el año pasado todo el mundo me preguntaba si estaba triste por no haber ganado (quedó en segundo lugar), pero para mí todo tiene una dirección. El Miss International, que busca embajadoras de paz, trabaja con Unicef y justamente mi proyecto se trata de educación emocional para niños. Yo estudio psicología clínica y esa fue la primera razón por la cual entré al certamen nacional, para hacer realidad este proyecto. Entonces la plataforma del Miss International es perfecta para esto.
También creo que a veces en Ecuador necesitamos ese empujoncito de fe, en este caso ya lo tuvo Andrea Aguilera, la primera reina de belleza que ganó un concurso internacional, el Miss Supranational. Pienso que es importante en creer en nosotros, porque lamentablemente acá en el país nunca hemos aspirado a una corona, porque sentimos que no podemos llegar o sentimos que no puede pasarnos. Quisiera darle a Ecuador otra vez esas esperanzas de que sí se puede llegar a ganar algo, que sí puede llegar a ser el primero en algo, así sea un concurso de belleza.
¿Te gustaría repetir ese logro?
Es cierto que ella es de otro concurso, de otra organización. Yo simplemente veo que ella representó al país, porque cuando uno va a los concursos cambia su nombre personal por Ecuador. Es el sueño de muchísimas personas, de todo un país. Para mí ella fue un ejemplo, porque Ecuador ganó y fue tal la emoción, como que ganamos el Mundial.
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Pero no muchos saben lo que pasa, no todo es color de rosa, es un trabajo muy duro, de muchísimo sacrificio, y de muchísima resiliencia. Ella lo logró a pesar de muchas cosas por detrás, porque esto es un show y las cosas tienen que salir perfectas, aunque la vida real no es perfecta. Para mí es emocionante, porque Ecuador está sonando ya como un país que tiene “peso de banda” como es el caso de Colombia, Venezuela, Estados Unidos, que son las que siempre entran al top.
¿Podrías recordarnos cuál es tu proyecto social?
Yo quisiera que la educación emocional esté en la malla curricular de los colegios, que les enseñen a los niños y adolescentes todo con respecto a la salud mental. Estoy creando una aplicación de ayuda emocional para sacar estadísticas. Estaba viendo el otro día que el suicidio es la segunda causa de muertes en adolescentes aquí en Ecuador, es una cifra muy importante. Supe quería ser psicóloga clínica porque de adolescente pasé por muchas adversidades emocionales, tuve muchísima depresión, ansiedad, ira, angustia, y lamentablemente en ese tiempo el tema de salud mental no era tan abierto hasta que pasó la pandemia.
No tenía idea de qué era lo que me estaba pasando y sufrí muchísimo. Si hubiera recibido la ayuda necesaria, no hubiera pasado por tantas cosas. Ahí fue cuando descubrí que no podemos vivir de esta manera y tampoco quiero que nadie más pase por esto. Me enfoco en los jóvenes porque la escuela es donde vamos aprendiendo, donde vamos creciendo. Quisiera que ellos tengan un diccionario emocional, que sepan que es depresión, entre otros temas, y cómo manejar sus emociones también, porque eso no nos enseñan en las escuelas o colegios.
Es tu primera vez en Japón. ¿Cómo te estás preparando para recorrer este país que tiene costumbres e idiomas tan diferentes a los nuestros?
He estado investigando muchísimo para ir preparada en lo que les gusta y lo que no les gusta, sobre todo en temas de educación y costumbres. Japón que es una cultura bastante educada, entonces para mí es muy importante saber esos pequeños detalles que nos pasan por desapercibidos.
¿Qué has aprendido que no sabías antes o qué es lo más te ha llamado la atención de lo que aprendiste de Japón?
La cultura del té me parece interesantísima, también el tema de la comida, la educación al comer es muy diferente.
¿Qué deseas que Japón y el Miss International conozcan de Ecuador?
A mí lo que me encanta del Ecuador, aparte de su comida, de su gastronomía, es la calidad de su gente. Somos unas personas demasiado cálidas, demasiado amorosas y reales. Nosotros vemos como hermanos a las personas que van por la calle, al vecino que nunca lo habíamos visto igual lo saludamos como que lo conocemos de toda la vida. Eso es lo que a mí más me gusta y es una de las razones por las cuales me cuesta mucho pensar tener un futuro lejos de mi país. Y es lo que quiero expresar allá, quiero que vean a una ecuatoriana dispuesta a luchar por sus sueños, que tiene proyectos grandes, y que también está dispuesta a dar una mano amiga.
¿Cuál es el mejor consejo que has recibido en tu preparación para este certamen?
No sé si llamarlo un consejo, pero creo que sí ayuda mucho saber cuál es la meta que quieres de trabajar en un concurso de belleza. Por eso mi mamá, que en este caso es mi productora, me hizo esta pregunta: “¿Tú quieres ganar o quieres vivir la experiencia?”. Cuando te hacen esa pregunta tú eres real contigo misma, porque a base de eso trabajas. Yo quiero ganar y en ese momento trabajo para ganar, no para ser una candidata más. El enfoque es completamente diferente, tu mente se expande.
Otro consejo, que es supercliché, es ser uno mismo. Pero es una realidad, cuando tú eres honesto contigo mismo, eres honesta con los demás, puedes llegar a conectar y la gente te comienza a ver diferente. Es ahí cuando tú realmente tienes el apoyo. Yo pienso que muchas personas suelen fingir o mentir sobre su razón por la cual participan, entonces no conectan mucho con sus públicos. Creo que siempre me he mostrado como soy. Me he mostrado superhumana, además muy soy joven, ahorita tengo 21 años, entré a Miss Ecuador cuando tenía 19 años. Al mostrarme transparente, al mostrar mi pasado, creo que muchas personas se sintieron identificadas y por eso obtuve el apoyo que necesitaba.
¿Después de Japón, qué planes tienes para tu vida?
Voy a seguir con mis estudios, porque ahorita los tengo parados por el tema del reinado. Quiero graduarme de psicología, es mi pasión. Termino Japón empiezo a estudiar otra vez y empiezo a darle fuerte a mi proyecto. Y si la pregunta es si voy a estar en otro reinado, pues descartado.
¿Por qué no volverías a un reinado?
Es un trabajo de tiempo completo, aunque la gente no lo vea. Tampoco fue mi sueño de vida, fue algo que se me dio en el camino, pero como digo ha sido una plataforma increíble. Estoy muy agradecida con la oportunidad. A veces uno no tiene que hacer lo que exactamente le gusta, sino hacer otras cosas para llegar a lo que le gusta. En mi caso eso ha sido el Miss Ecuador. Con esto también descubrí que me gusta mucho el tema de la comunicación, las noticias, y quisiera trabajar en algo así también más adelante. (E)