“Raffaella nos ha dejado, nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre”, expresó Sergio Japino, quien era compañero de vida de Rafaella Carrà, en un comunicado para la agencia Ansa.

Fue cantante, actriz y presentadora, una mujer polifacética y también de un estilo disruptivo para el pico de su carrera entre los años sesenta y setenta. El mismo Vaticano censuró su estilo en su histórica coreografía en la RAI del Tuca Tuca, así lo reseña el medio español El País, que recoge palabras de Carrà dichas en el 2019 en una entrevista con ese medio : “No solo era mostrar mi cuerpo, era hacer entender que el cuerpo de una mujer siempre está unido a su cabeza. La sensualidad no está reñida con la inteligencia, la simpatía, la ironía…”.

La mujer siempre celebró las capacidades femeninas, también expresaba su contento por el posicionamiento del feminismo en este último tiempo, pues siempre creyó en la libertad. Ella fue libre, al igual que su cabellera cuando realizaba las excéntricas coreografías en sus presentaciones.

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De acuerdo con Japino, a la artista la había afectado una enfermedad desde hace ya tiempo, aunque no especificó cuál. También dijo que “tenía una fuerza imparable, que la llevó a la cumbre del star system mundial, una voluntad férrea que no la abandonó hasta el último minuto, haciendo que no se filtrase nada de su sufrimiento. Es el enésimo gesto de amor hacia su público y hacia los que han compartido el afecto, para que su calvario personal no turbase su recuerdo luminoso”.

Carrè laboró por varios años en la cadena de televisión RAI, también presentó múltiples programas en TVE. En cuestión musical fue la responsable de éxitos como Caliente, caliente o Hay que venir al sur.

A los 10 años se trasladó a Roma para estudiar danza clásica. A los 15 años “entró en el Centro Sperimentale de Cinematografía, y cinco años después desembarcó en Barcelona con la compañía de teatro Giulio Bosetti, para participar en el Festival de Prosa Latina con la obra de Diego Fabbri Il seduttore”, redacta el medio La Vanguardia.

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En el 2016, la estrella decidió retirarse de la televisión. En el 2020 se estrenó una comedia musical inspirada en las canciones de Carrà: Explota, explota. Lo que sí aclaró para El País en una entrevista (2020) es que no es un filme biográfico. “No es mi historia. Yo nunca he dejado a un hombre plantado en el altar porque nunca he tenido intención de casarme”, aclaró sobre una de las escenas.

Enamoró a España

En los años 90 realizó el programa ‘Hola Raffaella’, con el que conquistó al público español y para el cual se preparó en cuestión del idioma.

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En España, rodó en 1965 la película “El caballero de la rosa roja” y en 1968 intervino en “Comando del infierno”, película que hacía la número diecisiete en su carrera cinematográfica, si bien el mundo del celuloide no fue donde más brilló.

Alcanzó la fama en España e Iberoamérica a partir de 1976 tras grabar para Televisión Española cuatro programas titulados “La hora de...”.

De 1993 a 1994 realizó en TVE el espacio “A las 8 con Rafaella”, que compatibilizó con “Hola, Raffaella”, en el que se hizo especialmente popular el juego “Si fuera”, en el que los invitados del programa conversaban con la presentadora.

Pasó a presentar a partir de 1995 en Tele 5 el programa magazín “En casa con Rafaella” y ya en la década de los 2000 regresó a TVE para presentar el programa especial para Festival de Eurovisión 2008, “Salvemos Eurovisión”. (I)

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