La venganza de Shakira fue implacable. Cada frase fue pensada para reflejar la impotencia que sentía al saberse traicionada y expuesta a la infidelidad explícita de Gerard Piqué, tras 12 años de compartir una vida. Las críticas a su desahogo se multiplican, proporcionalmente al número de seguidores que aplauden sus versos llenos de una música que todos reproducen.