De infiltrada en un concurso de belleza a convertirse en una reina: la periodista María Emilia Vásquez cuenta cómo fue el proceso para ser representante de Ecuador en el Miss Grand International

En su primer día oficial con la corona del Miss Grand Ecuador, la periodista María Emilia Vásquez, de 26 años, emprendió su primera actividad como reina: atender a los medios de comunicación este sábado. Luciendo al mismo tiempo su banda, María Emilia nos concedió esta entrevista por medio de videollamada.

La soberana, que se considera ‘serramona’, porque es quiteña, con familia tanto en Quito y en Guayaquil, fue la primera finalista en el mismo certamen que catapultó a Andrea Aguilera para representar a Ecuador en el Miss Grand International 2021, donde se coronó como virreina.

“Me vinculé hace tres años al casting de Miss Mundo Ecuador, también había otras franquicias (en la organización), concursamos por diferentes certámenes, el Supra y el World, pero no entré. Y luego cuando se hizo el Miss Grand el año pasado quedé primera finalista, agarrada de la mano de Andrea”, recuerda Vásquez.

Ahora este año es su turno de defender la corona para Ecuador como una belleza internacional. Justamente la noche del viernes, el fundador del MGI, Nawat Itsaragrisil, y la reina actual del Miss Grand International, la vietnamita Tien Nguyen Thúc, celebraron junto con la organización del Concurso Nacional de la Belleza, incluida Aguilera, la coronación oficial de María Emilia. La ceremonia se desarrolló en Guayaquil, en el hotel Sheraton.

Ha sido un largo camino para Vásquez, cuya coronación se había aplazado por la pandemia. Y además ha sido una experiencia muy personal, pues confiesa (aunque dice que es de conocimiento público) que ingresó al certamen con una curiosidad muy genuina: comprender cómo es por dentro un concurso de belleza.

“Quiero hacer un libro de por qué la gente se queja tanto de los certámenes de belleza, si realmente potencian a la mujer o hacen de ella un estereotipo, porque mucha gente tiene esa duda”, comparte.

Recuerda que entró “como infiltrada” y al inicio recibía pésimos comentarios: “Me acababan”. “Porque no sabía peinarme ni maquillarme. Tuve varios preparadores en el camino que me iban puliendo y me fue gustando el resultado”. Al mismo tiempo, continúa, consiguió entrevistas con otras Miss Mundo, “con gente del medio y me gané el cariño a la gente”, al hacer lives (videos en vivo) diarios en redes sociales durante la pandemia.

El cariño de sus seguidores y sentirse satisfecha con un nuevo aspecto, que le permitió conseguir trabajo en épocas en las que escaseaba el empleo, gracias a su imagen, dice, le hizo ver que de pronto las posibilidades de ganar un título podrían ser más altas de lo que ella había estimado en su deseo periodístico.

“El libro se llama Punta, tacón, una frase muy conocida en el mundo de misses, porque es el estándar que te dicen al momento de caminar. Está dividido en diferentes capítulos abordando todo lo que implica ser una reina de belleza”, explica. “¡Desde las cejas y las pestañas!”.

Al momento la publicación está en pausa, mientras María Emilia deba cumplir sus agendas como Miss y periodista en el conocido medio digital La Posta. “Por ahora no me voy a desvincular, porque justamente me parece muy importante que el lema del certamen sea Stop the wars and violence y desde la comunicación puedo hacer mucho, es un impulso para poder llegar a más personas”.

María Emilia es licenciada en Gestión de Medios y Entretenimiento, graduada en Argentina. En La Posta se encarga del segmento de Economía, con redacciones y entrevistas. Se trata de una economía amigable, cuenta, donde se dirigen a la audiencia con consejos para su bolsillo, como por ejemplo cuánto gastar si quiere vivir solo, gestión de la canasta básica, entre otros.

“Siempre tuve un interés por el tema de qué es lo que nos mueve como sociedad y me parece que estos últimos tres años lo que más nos afectó a todos, sin dejar los temas psicológicos que también investigo, es la economía. Entonces disfruto poder estar a cargo de un segmento mucho más social que a la vez es muy cercano para la gente”, defiende.

“Ha sido un reto muy lindo, un reto labrador, que me ha hecho buscar temas interesantes para poder quizás inclusive hasta hacer un llamado de atención a nuestros gobiernos”.

Es por eso que su objetivo es vincular sus dos facetas profesionales, gracias a lo que ha aprendido en este proceso de verse y sentirse más bella. “He venido aprendiendo con el tiempo que es hermoso, porque tú mejoras a diario cada vez. No solamente a nivel físico, sino como persona, porque te das cuenta a cuántas personas puedes inspirar”, reflexiona la reina.

¿Se puede inspirar con la belleza? “Es subjetiva y muy efímera, mañana se va o quizás te haces una operación y cambias”, señala la soberana. “Pero también hay una belleza real, la del corazón, la de los valores, la de sonreír, la de ser un buen humano, de tratar a todos por igual, de que cuando digan “qué buena gente es esta persona”, eso para mí es la belleza”.