El 15 de abril 1957 quedó grabado en la historia de México como el día que murió el artista más famoso de la época de oro del cine del país, Pedro Infante.

El actor era el más codiciado de la época y gracias a su éxito, su riqueza aumentaba a cada momento, hasta que llegó a amasar una fortuna estimada de unos 50,4 millones de dólares, que para los años en que los comenzó a disfrutar, significaba una enorme cantidad de dinero.

La historia de Ángel, el hermano mayor poco conocido de Pedro Infante: El actor que siempre quiso igualar el éxito del involvidable artista mexicano

Así se le acabó la fortuna a Pedro Infante pocas horas después de su muerte

La mala administración del dinero ganado por su trabajo en la industria del cine y la música causó que casi todo se perdiera al instante en que fue dada a conocer su muerte aquella mañana de abril, publicó Infobae.

Publicidad

A los 39 años, el actor murió en un catastrófico accidente de avión cuando iba a la Ciudad de México para poder arreglar su divorcio con María Luisa León, su primera esposa y poder contraer matrimonio con Irma Dorantes.

Al igual que fue inesperado e impactante para todos, la muerte de Infante tomó por sorpresa a su amada, Irma, quien no se preocupó por saber qué sucedería con todas las propiedades, automóviles y demás lujos que había adquirido el sinaloense, situación que otros sí aprovecharon, como sus demás familiares, administrador y mánager.

Los hermanos del actor fueron los primeros en reaccionar, pero en vez de buscar el cadáver de Infante, fueron a la casa que tenía en Cuajimalpa, llamada Ciudad Infante.

Publicidad

Esta propiedad estaba llena de espacios únicos, como la capilla, el gimnasio, el cine y el boliche que se encontraban en su interior, que fueron construidos al gusto del actor.

Su familia, mánager y administrador acabaron con la herencia de Pedro Infante

La intención del actor de “Dos Tipos de Cuidado” era poner a nombre de Irma Dorantes su propiedad Ciudad Infante, pero su representante, Antonio Matouk, le recomendó que no lo hiciera y por ello quedó desheredada.

Publicidad

La casa, al momento de su muerte, estaba abandonada porque María Luisa León los había amenazado con acabar con su matrimonio y crear un escándalo si el sinaloense no dejaba a Irma o le daba esa propiedad.

Por esta razón, los hermanos y sobrinos de la estrella allanaron Ciudad Infante, sabiendo que allí no iban a encontrar a nadie. Los familiares del actor se llevaron varios muebles y prendas, incluso corrió el rumor de que se llevaron hasta la duela del boliche, argumentando que lo hicieron porque sabían el devastador futuro que les esperaba sin su sostén económico.

Por otra parte, otra de las cosas que se rumoró es que la casa que le compró a su madre, Cuquita Cruz, habría quedado intestada, pues el cambio de propietario no se habría llevado a cabo.

Además, Irma Dorantes y su hija, la pequeña Irma Infante, tuvieron que desalojar la casa en que vivían con Pedro después de tener que dejar Ciudad Infante. Esta propiedad no la terminó de pagar el sinaloense, por lo que Matouk intentó arrebatársela, pero ella logró comprarla con el paso del tiempo.

Publicidad

Allí entra la figura de su mánager, quien prácticamente se quedó con casi todas las propiedades del actor, junto con su administrador. Él le habría recomendado a Infante no hacer un testamento, por lo que, al momento de su muerte, no había nada por escrito para la repartición legal de sus pertenencias.

Durante las primeras horas posteriores a la muerte de Pedro, Matouk, con ayuda de su administrador, Ruperto Prado Pérez, pusieron a sus nombres la mayor parte de las propiedades, incluso las del estado de Mérida.

Por lo tanto, ni sus hijos, ni su viuda legal, ni su pareja, pudieron cobrar alguna regalía o disfrutaron de sus pertenencias porque Antonio era el apoderado. Además, todos los descendientes de Infante eran todavía menores de edad. (E)

Te recomendamos estas noticias