Diane Keaton, una de las figuras más versátiles y admiradas de Hollywood, dejó una huella indeleble en el cine, el arte y la arquitectura. Actriz, directora, escritora y empresaria, Keaton combinó a lo largo de más de cinco décadas el talento interpretativo con una curiosidad inagotable por el diseño, la moda y la creación.

De Broadway a la gran pantalla

Nacida el 5 de enero de 1946 en Los Ángeles, abandonó sus estudios a los 19 años para mudarse a Nueva York y formarse en interpretación en el Neighborhood Playhouse. Su carrera artística comenzó en los escenarios de Broadway, donde debutó en el musical Hair en 1968, primero como parte del elenco y luego como protagonista.

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Su salto al cine llegó en 1970 con Lovers and Other Strangers, un punto de partida para una filmografía que la consagraría entre las grandes intérpretes del siglo XX. En 1972, Francis Ford Coppola la eligió para interpretar a Kay Adams, la esposa de Michael Corleone (Al Pacino) en El Padrino, papel que repetiría en las dos secuelas. Su naturalidad y carisma la convirtieron también en la musa de Woody Allen, con quien rodó varias películas emblemáticas y mantuvo una relación sentimental y una amistad duradera.

Su actuación en Annie Hall (1977), dirigida por Allen, le valió el Premio de la Academia a la Mejor Actriz en 1978. Recibió además tres nominaciones adicionales por Reds (1981), Simple Secrets (1996) y Anything’s Gotta Give (2003). Keaton continuó actuando más allá de los 70 años y su última aparición en la gran pantalla fue en Summer Camp (2024), una comedia sobre tres amigas de la infancia que se reencuentran en un campamento de verano.

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De actriz a directora

No solo brilló frente a las cámaras: también se destacó detrás de ellas. Su primera experiencia como directora fue el corto What Does Dorrie Want? (1982), seguido del documental Heaven (1987). Su último trabajo como cineasta fue Hanging Up (2000), un drama cómico que dirigió y coprotagonizó junto a Meg Ryan y Lisa Kudrow, basado en una novela de Delia Ephron.

Pasión por la arquitectura y el diseño

Más allá del cine, Keaton desarrolló un profundo interés por la arquitectura y el diseño. Fue una apasionada restauradora de casas históricas, con predilección por los estilos colonial español, renacimiento misionero y moderno de mediados de siglo. Varias de sus propiedades fueron vendidas a celebridades tras ser cuidadosamente renovadas. Entre las más conocidas se encuentra una mansión centenaria adquirida en 2007 por 8,1 millones de dólares y vendida tres años después al productor Ryan Murphy por 10 millones.

En 2002 compró una residencia en Bel Air que, tras renovaciones, vendió en 2005 a un ejecutivo tecnológico por 16,5 millones de dólares. Otra propiedad en Laguna Beach, adquirida por 7,5 millones, fue revendida dos años después por 12,75 millones. En Pacific Palisades también compró, remodeló y vendió una vivienda con una ganancia superior al millón de dólares.

Su pasión por el diseño la llevó a publicar el libro The House That Pinterest Built (2017), una guía de estilo e inspiración en decoración. Keaton explicó que recurrió a los tableros de Pinterest —siguiendo el consejo de la directora Nancy Meyers— para construir su propia casa soñada.

Entre libros, moda y vino con hielo

A lo largo de su vida, escribió una docena de libros sobre moda, arte, arquitectura y memorias personales.

En el ámbito empresarial, lanzó su propia marca de vino, The Keaton, diseñada específicamente para servirse con hielo, tal como ella prefería. “No sé cuándo empecé con esto”, confesó en una entrevista con People en 2015.

“Probablemente fue en los años 70, cuando vivía en Nueva York sin aire acondicionado. Salía al balcón a refrescarme y un día pensé en probarlo con hielo. ¡Desde entonces se ha mantenido así!”, agregó.

Vida personal y legado

Keaton nunca se casó, aunque mantuvo relaciones sentimentales con figuras como Woody Allen, Warren Beatty y Al Pacino. Se convirtió en madre soltera a los 50 años, al adoptar a sus dos hijos, Dexter y Duke, en 1996 y 2001.

En marzo de este año, puso a la venta su casa de ensueño en Los Ángeles por 29 millones de dólares, una propiedad que había declarado como su residencia permanente.

Aunque no se ha informado la causa de su muerte, Diane Keaton falleció a los 79 años dejando un legado que abarca el cine, el arte, la arquitectura y la cultura popular.

Al momento de su fallecimiento, su patrimonio neto se estimaba en 100 millones de dólares, fruto de una carrera cinematográfica consagrada y de su éxito como restauradora e inversora inmobiliaria. (I)