Después de reunirse con Mimí en su programa de televisión el pasado 2 de marzo, se descubrió a los pocos días que la también integrante de Flans era portadora de coronavirus; entonces, inmediatamente, la intérprete de Yo te esperaba, muy preocupada y con un poco de paranoia, decidió hacerse la prueba, de la que lamentablemente salió con resultado positivo.
El problema es que Guzmán, en el talk show con Mimí, no estuvo sola sino que fue acompañada por su padre, el cantante Enrique Guzmán, lo que le generó estrés y miedo. Antes de que Alejandra pudiera hacerse su propia prueba, su padre confesó para UnoTv lo preocupada que estaba su hija y lo tensos que estuvieron al enterarse de que Mimí era portadora del virus.
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“Alejandra está superpreocupada. Fuimos hace una semana al programa, vimos a Mimí, estuvimos con ella y ahora tiene COVID-19. Lo peor del caso es que hace ratito hablé con Alejandra y me dijo que le duele mucho la cabeza...”, declaró el progenitor de la artista.
Enrique, a través de su cuenta de Twitter, compartió la noticia que no quería recibir: “Desgraciadamente resultó positiva”, escribió el pasado 11 de marzo. Ahora, Alejandra se encuentra aislada, tratando de recuperarse lo antes posible, y su padre está pendiente de su estado de salud para actualizar a sus seguidores y para apoyar a su hija en este proceso.
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Él fue vacunado contra el letal virus el pasado 15 de febrero.
Según las declaraciones de Enrique Guzmán, hasta ahora nada ha dado indicios de daños graves en la salud de la estrella de rock. “Su pulmón está en muy buen estado. Me reporta que el médico ya la fue a ver, así que ha estado bien. Hasta cierto grado tranquila”, confesó para De primera mano. Sin embargo, la familia de la artista sigue con miedo de que ella haya podido contagiar a la gente que estuvo cerca de ella, especialmente su equipo de trabajo. (E)