Todo empezó en un garaje, con una parrilla sencilla y el deseo de cocinar ‘algo rico’ para la familia. Nadie imaginaba que entre esos cortes improvisados y el humo que perfumaba la calle estaba naciendo Los Portones, emprendimiento familiar que hoy cuenta con más de cinco establecimientos.

¿Quién es el dueño de Los Portones?

“En Samanes 4, en el garaje de mi casa, nació el primer Portones. Nosotros todos los domingos salíamos a asar. Poníamos un fogoncito, poníamos brochetas con langostinos, carnes, pero solo eran pinchos; al estar afuera, pasaba la gente preguntando en cuánto los vendían”, detalla el milagreño José Chalén Velasco sobre el sitio donde empezó su actividad.

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Toño, como lo llaman sus amigos, arrancó oficialmente su negocio de asados después del reto de una ‘transeúnte que probó su sazón’.

“Un día de esos se estaciona una mujer en un auto preguntando el precio, a lo que respondí: Es para la familia, no los vendo. Ella se baja del auto, veo que está embarazada, y me dice: ‘¡Oiga, no me puede hacer esto!’. Yo le dije: No se preocupe, yo la invito. Mientras conversaba con ella, me decía: ‘¿Por qué no vende? Si usted vende, yo al día siguiente le compro 30. Si te animas me avisas’. Así fue, hice para la chica, hice otros por si pedían más y así comenzamos”, relata Chalén.

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En esos primeros años, los pinchos que vendía se servían con puré, después con arroz y menestra. Se instalaron mesas y sillas y la actividad que pensaron que solo sería de fines de semana se volvió en el nuevo ingreso de la familia.

“A los tres meses yo tuve que renunciar del trabajo, yo trabajaba como dependiente. Le dije a mi jefa que tomaba la decisión de renunciar porque Toño se había puesto un emprendimiento y nos íbamos a poner a vender asados en la noche. Ella, asombrada por la decisión, no me detuvo”, dice su esposa, Karen Mendoza López. Desde entonces han pasado alrededor de trece años.

Un negocio en evolución

Con la ayuda permanente de su esposa probaron suerte también en la franja de desayunos y almuerzos. “A las cinco de la mañana ya estábamos de pie haciendo la lonja para los chicharrones. Ahí todavía no teníamos el nombre”, recalca Mendoza.

Su nombre se lo dieron sus clientes, que identificaban el local con una de sus características más notorias para evitar equivocarse de ubicación. “Mientras estaba comprando, estaban junto a mí unas chicas que conversaban y le decían a otra amiga: ‘Vamos a comer ahí a los portones, ahí en Samanes, donde están los portones negros’. Ahí caí en cuenta que hablaban sobre mí y lo que vendía”, relata Chalén.

Las mesas y sillas plásticas estaban en la parte exterior para los clientes, las y los amigos conocidos entraban a la sala de la casa para ‘hacer el gasto’.

“La sala de la casa se convirtió en el restaurante y a medida que íbamos creciendo, ahí tomamos la decisión de evaluar la situación de enfocarnos solo en los asados por la noche. Entonces dejamos de lado los almuerzos y desayunos. Por la afluencia del público, decidimos salir de la casa y dejarla como restaurante”, narra Chalén, de 40 años.

Actualmente Los Portones tiene cinco establecimientos:

  • Samanes 4 (mz. 412 solar 14).
  • Vía a la costa (a 20 metros de la Primax Puerto Azul).
  • Vermont Plaza (vía a Salitre).
  • The Galleries (Tryp by Wyndham junto al Mall del Sol)
  • Sambo (km 3 calle Diana Quintana junto a la Alianza Francesa.

Chalén administra Samanes y Samborondón.

La atención al público es de lunes a domingo. Los horarios se dividen:

  • Domingo a jueves de 12:00 a 22:30.
  • Viernes y sábados de 12:00 a 23:30.
  • Los únicos días que cierran son el 1 de enero y el 24 de diciembre.
Parte del menú del restaurante Los Portones. Tomada del Instagram @losportonesrestaurante

La carta tiene una variedad de más de 30 platos, entre ensaladas, entradas, moros, postres, menú para niños.

Por mencionar algunas de las opciones tienen alitas, pulpo al olivo, coctel de camarones, patacones con queso, sándwich cañón (pollo búfalo, de pollo, pulled pork), bife de chorizo, costilla St. Louis, mix de chorizos, picaña, T-bone, brocheta de camarón, lomo fino de res, moro con choclo, moro de lenteja, salmón a la parrilla, filet mignon con salsa de hongos.

“Queremos crecer hacia otras ciudades, quizás en la Sierra, y poder llegar también hasta Estados Unidos”, revela Chalén. (I)