Del 20 al 22 de octubre, el Centro de Exposiciones Quito se llenará de ese tibio aroma de un pan o pastel recién horneado al que provoca darle una mordida, y de ese dulce confort que provoca una taza de café o chocolate humeante. La tercera edición de Expo Sweet espera recibir, tras la pandemia, a más de 20.000 personas vinculadas con el sector gastronómico o emprendedores que desean involucrarse en esta industria. Además, está abierta para grupos familiares o amigos.

Sus organizadores confirman la participación de más de 90 empresas, entre nacionales e internacionales, de diferentes productos, como premezclas pasteleras, levaduras, harinas, cremas de batir, saborizantes, colorantes, azúcar, mantecas, margarinas, hornos, batidoras, esencias, maquinaria para heladerías, cafetería, maquinaria de empacado, empaques personalizados, café, chocolate, lácteos y productos terminados.

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La entrada es gratuita para los visitantes previamente registrados en su sitio web. De lo contrario, el costo de entrada será de $ 3 (adultos); los niños de hasta 12 años de edad y personas de la tercera edad no pagan. Podrá visitar la feria desde las 10:00 hasta las 20:00, los tres días.

Doris Campbell, directora de Operaciones de Expo Sweet, ofreció mayores detalles sobre el evento.

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¿Cuál es el objetivo de esta nueva edición y qué novedades trae?

Tener una plataforma comercial para reunir la oferta y la demanda del sector panadero, pastelero, repostero, heladero, chocolatero y cafetero. Estos sectores necesitan siempre proveedores de materias primas, insumos, equipos y maquinarias; y esta exposición les da esta posibilidad de tener en esta edición al menos 92 empresas expositoras como opciones para que puedan conseguir justamente ese tipo de materiales que los panificadores y reposteros necesitan.

Adicionalmente, le hemos dado mucho enfoque al tema del chocolate, ya que hoy el chocolate ecuatoriano es bum; el hecho que somos un país de origen del cacao. Y queremos mostrar, por medio de ciertos expositores, las bondades que ofrece para el sector, ya que el chocolate también es un insumo importante, sobre todo para el sector de repostería.

¿Qué actividades se podrán disfrutar?

Cada día tenemos conferencias profesionales especializadas, prácticas y teóricas. En las conferencias prácticas, a partir del mediodía se abordará, por ejemplo, el pan de masa madre, la pastelería 3D, creaciones de pizzas, procesos de fermentación del pan para mejorar los temas de rendimiento y, al mismo tiempo, habrá cocina en vivo. El viernes 21 se llevará a cabo nuestra competencia de esculturas de chocolate con la temática Maravillas del Mundo; y también ese día tenemos la competencia de diseño de pasteles o cake design en vivo con la temática Star Wars, que arrancará desde las 16:00. El sábado, el jurado deliberará y se premiará a los ganadores.

La entrada es gratuita mediante registro previo en su sitio web. Costo para visitantes no registrados: $ 3 (adultos).

¿Quiénes pueden asistir a esta feria?

Si bien es cierto que esta plataforma está enfocada para quienes quieren innovar su equipo, (por ejemplo, para adquirir) un horno o una batidora, también es para cualquier persona que quiera ir a conocer y posiblemente emprender en este negocio. Vamos a tener máquinas desde las más sencillas, por ejemplo, para hacer helados, que es una máquina de helado soft, y ahí mismo vas a encontrar el proveedor de los conos y paletas.

Desde su punto de vista, ¿cuál es la mayor innovación o apoyo que necesita hoy esta industria?

Hay dos puntos importantísimos. El primero es que necesitan tecnificarse. Muchas personas de esta industria o de este sector son artesanos que han aprendido tal vez empíricamente desde su núcleo familiar o se han certificado como artesanos, pero el objetivo es que puedan adquirir más conocimiento que va a llevarlos a la innovación.

Y el punto dos, que posiblemente ha golpeado al sector, es el precio de la harina de trigo: a raíz de la guerra y de la pandemia, se ha vuelto un insumo costoso. Pero, si se capacitan o aprovechan otras posibilidades, van a poder aterrizar sus productos en insumos alternos, como la harina de cebada o de quinua o la chía. Así podrán innovar y entrar a nuevos nichos de mercado mientras aportan a la salud alimentaria de nuestro país.