La Feria Internacional del Libro de Guayaquil (17-21 de septiembre en el Centro de Convenciones Simón Bolívar) tiene lista una programación para todos los públicos. “Ya Guayaquil tiene suficientes lectores como para que optemos por una convocatoria a todas las instancias”, calcula Cecilia Ansaldo, presidente del comité de contenido.

Ella se reafirma en este dato. “Felizmente se agotó aquello de que ‘cada ecuatoriano lee un libro y medio’, podríamos decir que lee tres libros al año, con los últimos estudios”. Y sin embargo, la lucha por hacer crecer un espacio como la FIL sigue siendo grande. La imagen internacional del país hace que sea difícil traer a todos los autores que quisiera.

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Entre los escritores internacionales vuelve Javier Moro (en conversatorio el viernes 19 a las 19:00) y otros vienen por primera vez, como la colombiana Margarita Cuéllar Barona, directora del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc).

Con ellos, también desde Colombia, Gloria Susana Esquivel, “una escritora joven de un pensamiento muy interesante e integrador de las comunidades”, y el narrador Alonso Sánchez Baute, quien viene con una novela que lleva el nombre de su perrita, Humilda.

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“Respetable cantidad de clubes de lectura”

La FIL Guayaquil, asegura Ansaldo, está lista para dar un salto de crecimiento, hay signos de ello, como “una respetable cantidad de clubes de lectura”, lo que hace posible coordinar las actividades de estas agrupaciones con la cartelera de visitantes, “de tal manera que se empieza a leer para escuchar a los autores, conociendo la obra. Solamente Samborondón debe tener diez clubes de lectura”, menciona, y añade que la concurrencia mayoritaria son las mujeres.

Allí están los que conducen (en plural), la profesora Leticia Loor de Plaza y la crítica literaria Pilar Calderón de Gómez; también el de la escritora Carolina Andrade, el de Cecilia Vera de Gálvez, y la labor de Eduardo Espinoza, de Butaca Paradiso. Más los grupos que hay entre los lectores jóvenes.

Además, las librerías locales reportan que los libros de los autores anunciados empiezan a agotarse, como ha ocurrido con el del poeta y novelista medellinense Héctor Abad Faciolince (El olvido que seremos), que tendrá coloquio y firma de ejemplares el jueves 18 de septiembre a partir de las 20:00.

“Cada escritor del Ecuador debe desfilar por la Feria del Libro de Guayaquil”

La FIL cuenta con otros méritos en estas once ediciones. “En primer lugar, se ha constituido en una fecha fija que los lectores identifican y esperan. La tercera semana de septiembre. Segundo, nuestra gradual presencia en las redes. Tercero, que a pesar de que invitamos a escritores extranjeros, no descuidamos la literatura y la producción literaria nacional”. Pues esa es una de las metas, dice Ansaldo. “Cada escritor del país debe desfilar por la feria. Y me aplico en que cada año haya nuevos nombres, que no han venido antes, y que presenten su obra a la comunidad guayaquileña”.

Es su deseo también que la literatura nacional siga produciendo. “Que ya no sean solamente las mujeres que están escribiendo desde afuera, sino que aquí mismo en Guayaquil haya la capacidad de exportar nuestros libros, para que lleguen por su propia fuerza y calidad al exterior”.

Ansaldo se unió a este proyecto por el interés por los libros compartido con su exalumno Ricardo Baquerizo Amador, de Expoplaza. Ella organizaba entonces sesiones literarias para la Semana de Estudios Superiores, y eso creció hasta que en 2015 él le propuso organizar una feria, con el apoyo de la entonces presidenta de la Empresa Municipal de Turismo, Gloria Gallardo. “Conseguimos un posicionamiento en el horizonte de Latinoamérica y en el Ecuador”.

Cecilia Ansaldo, presidenta del comité de contenidos de la Feria del Libro de Guayaquil. Foto: Jorge Lozada S.

Este año, ella también presentará el libro Apuestas críticas (jueves 18, 18:00), que representa a tres ciudades. “Lo imprime la Universidad de Cuenca, por una iniciativa del encargado de ediciones, el poeta Cristóbal Zapata. Quien selecciona los textos y prologa el libro es el profesor de la Universidad Andina de Quito Raúl Serrano. Y la autora soy yo, con un grupo de trabajos que cubren casi toda mi vida de crítica literaria nacional”.

Hay en este tomo varios ensayos, un debate entre los conceptos de criticar o censurar y una disertación sobre el cuento ecuatoriano, que consta entre sus especialidades (ha publicado cuatro antologías). También hay estudios sobre autores nacionales: Medardo Ángel Silva, Alfredo Pareja Diezcanseco, Jorge Enrique Adoum, Rafael Díaz Icaza y Pablo Palacio. (F)