Disfraces espeluznantes, decoraciones de telarañas, candelabros y dulces son algunos de los símbolos de Halloween, la festividad de origen celta que se ha adoptado internacionalmente. Pero, de todos los elementos de Halloween, la calabaza es sin duda el más emblemático.

Es común ver calabazas, de verdad o de plástico, iluminando los porches de los hogares que celebran la Noche de Brujas. También se usan como recipiente para que los niños pidan dulces el 31 de octubre, o para pasar una tarde siendo talladas entre amigos.

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¿Por qué se convirtió la calabaza en un símbolo de Halloween? Esta tradición se origina de la cultura celta en el siglo XVIII, en Irlanda, y empieza con la misma celebración del 31 de octubre.

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Foto: sandsun

Samhain, el primer Halloween

Cada año, los celtas celebraban la Samhain, una fiesta para marcar el final del verano y el comienzo del invierno. Se creía que durante esta noche, los muertos regresaban a la tierra de los vivos, y era su deber ahuyentarlos.

Según la tradición celta en Irlanda, se insertaban velas en nabos tallados para convertirlos en linternas, y así ayudar a iluminar el camino de regreso a los muertos.

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Antes de que se celebrara Halloween, los celtas tallaban nabos en la fiesta del Samhain.

Durante el siglo XIX, con la llegada de irlandeses a Estados Unidos, la fiesta de Samhain se seguía celebrando, con pequeñas adaptaciones. En vez de nabos se empezaron a usar calabazas debido a que crecían muchas en las granjas estadounidenses, y pronto nació una leyenda propia de la zona.

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Jack O’Lantern

La historia de la icónica calabaza se recoge en el libro Jack O’Lantern: The History of Halloween’s Most Famous Symbol de Michael D. Bell.

Cuenta la leyenda que existió un hombre llamado Jack, que logró engañar al diablo en dos ocasiones. El diablo le dio a Jack una brasa del infierno para que pudiera iluminar su camino en la oscuridad, por lo que él insertó la brasa en una calabaza para ahuyentar a los espíritus malignos, creando la famosa Jack-o’-lantern.

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Foto: cmannphoto

Pronto los hogares estadounidenses adoptaron la celebración de la Noche de Brujas e incorporaron estos elementos más propios. En la actualidad, la calabaza sigue representando a Halloween en afiches, disfraces y decoraciones. (E)