La economista guayaquileña Martha Rizzo, quien cuenta con varios títulos universitarios y es reconocida como consultora cultural e investigadora social, se ha desempeñado como presidenta de la Casa de la Cultura núcleo del Guayas desde febrero de 2022.

Ahora ella busca la reelección, pues encabeza la lista # 1, una de las cuatro listas admitidas para las votaciones que se desarrollarán este sábado 16 de agosto. El equipo que sea elegido se posesionará el 29 de agosto.

“Hay muchos proyectos que todavía deben de continuar, como los que son referentes a la infraestructura cultural, de vinculación, de digitalización y por eso es importante que esos que son míos se puedan seguir ejecutando dentro de la institución”, explica a este Diario la magíster en Educación Superior y en Arte Actual.

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Rizzo afirma haber aumentado un eje para tener mayor capacidad presupuestaria para la innovación y desarrollo. Este eje es justamente para comenzar una nueva edificación.

“El actual edificio ya es viejo, necesita no solo de planes preventivos, de mantenimiento, sino que también ya necesita una oxigenación, que se conecte a una edificación que pueda recibir mayor cantidad de artistas y gestores, teniendo en cuenta que cuando fue construido, la demografía no llegaba ni al 10% de lo que tenemos ahora”, detalla y agrega que también necesita una reestructuración “muy fuerte y seria” para poder articular con esta nueva edificación.

Lo importante aquí es que hay que entender que los presupuestos para cultura cada vez son más bajos y es una necesidad para que la institución sea sostenible y sustentable tener recursos propios", afirma.

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“Tenemos un macroproyecto para lograr una digitalización bibliográfica. Ya hemos dado el paso de que nuestra biblioteca sea un centro de recursos de aprendizaje tipo coworking y cocreación y la estamos prácticamente llevando a la era de la tecnología y de que sea de conocimiento universal. Ya tenemos la plataforma digital y estamos trabajando en eso”, manifiesta sobre una de sus propuestas puntuales respecto a los espacios de la CCENG.

¿Cuál sería su diagnóstico sobre el estado actual de la Casa de la Cultura?

Yo tengo un diagnóstico. Yo soy investigadora y para poder lanzar mi plan de trabajo, lo primero que hice fue un diagnóstico que no solo se levanta en el cantón Guayaquil, sino en todos los cantones de la provincia del Guayas, donde tenemos seis extensiones totalmente constituidas.

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Como fortalezas tenemos una infraestructura cultural propia, hemos podido recuperar la zona del parqueo y hemos implementado un sistema administrativo eficaz y eficiente a través de manuales, procesos y de capacitaciones constantes al personal. Nuestro plan provincial de desarrollo tiene un enfoque desde las infancias y las adolescencias hacia la no violencia, y tiene un impacto cultural muy fuerte.

Una de las fortalezas más grandes que tenemos en este momento es haber puesto también la casa en orden después de 16 juicios legales que los ganamos todos.

Hemos construido también con fortaleza alianzas interinstitucionales sumamente fuertes, por eso también voy por la reelección, para que se puedan seguir manteniendo porque si no, dejarían de existir y eso es muy importante.

Entre las debilidades tenemos el contexto actual, que no solo es el contexto de inestabilidad política que yo vi en mis tres años, con tres elecciones presidenciales, una muerte cruzada y una consulta popular de por medio. Esos eventos significaron cambios de personal en las instituciones públicas a las cuales pertenecemos y es muy difícil avanzar.

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Seguimos también con una disminución en lo que respecta a presupuestos y por eso es importante esta sostenibilidad. Otra de las debilidades que tenemos es el poco personal.

Entre las oportunidades que tenemos creería que vamos a trabajar fuertemente con autoridades en mesas de diálogos técnicas para insertar a la cultura como un eje transversal de desarrollo y diferenciar el arte como una herramienta para poder trabajar procesos de reconstrucción, no solo del tejido social, sino de vínculos humanos, sensibilidad, respeto a la diversidad y prácticas culturales muy fuertes que sean positivas, entendiéndose que cultura es todo lo que somos y hacemos.

Ahora también tenemos una amenaza grande que estamos viviendo en el sector cultural con todas las funciones que se están dando a nivel de Gobierno. No tenemos un comunicado especial de qué va a pasar con el Sistema Nacional de Cultura al cual nosotros pertenecemos. Otra amenaza fuerte es la inestabilidad política.

¿Cómo debería seguir siendo o ser el manejo de las convocatorias y los premios que maneja la Casa?

Desde mi administración tenemos una conformación de comisiones, eso significa una participación activa de artistas y gestores para poder llevar a cabo los premios. Puedo decir que hemos logrado una transparencia absoluta y una independencia total. Tenemos bases para los salones, que son por convocatorias públicas.

Su lista la conforman Christian Cabrera, Teresa Farah Luque, José Luis Villacreses y Silvia Durán.

Rizzo añade que para ella es “importantísimo” democratizar el arte y la cultura a través de una programación cultural que vaya a las extensiones de la casa, a otros cantones y a la ruralidad.

“Hemos entregado 38 bibliotecas comunitarias a la ruralidad. Tengo una proyección de donar unas 140 bibliotecas comunitarias más... Es importantísimo que las personas que administran en la gestión pública tengan no solo ese conocimiento, sino que también sean investigadores”, comenta.

La doctora reveló a este Diario además que ha recibido amenazas y que al debate que se realizó con los otros candidatos este miércoles 13 de agosto, tuvo que asistir con custodios policiales. “Algo que nunca me había pasado en la vida, pero me toca hacerlo por la cantidad de amenazas y una violencia de género terrible que se ha ejercido contra mí. Esto no debe desanimar a que más mujeres se sumen a cargos de liderazgo”, confesó. (E)