Los árboles filogenéticos diseñados por científicos como el inglés Charles Darwin (1809-1882), el alemán Ernst Haeckel (1834-1919) y los estadounidenses Robert Whittaker (1920-1980) y Carl Woese (1928-2012) para graficar el origen y las relaciones evolutivas de las especies son reinterpretados por el sentido crítico, el talento y la creatividad del guayaquileño Fernando Falconí para conformar un bosque artístico muy singular en la exposición La forma de la vida, que desde ayer jueves se exhibe en la galería N.A.S.A.(L.), de Puerto Santa Ana.
“Vengo elaborando este trabajo desde el 2019, cuando empecé la serie (de obras) que he titulado Filogenia, que consiste en pinturas, objetos y dibujos basados en esos esquemas que explican cómo evolucionó la vida”, menciona el artista sobre esa muestra que combina tales figuras con elementos tan guayaquileños como las sinuosas formas del estero Salado o del río Guayas. “Esas siluetas, vistas desde un satélite, lucen como un arbusto seco, una enredadera o un árbol”, agrega Falconí.
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Sus figuras se despliegan como ingeniosos híbridos capturados en acrílico sobre lienzo, en los cuales busca además transmitir una sutil reflexión sobre uno de sus grandes intereses como artista y ciudadano. “Los modelos educativos cambian y evolucionan, pero de alguna manera ciertas generaciones siguen en modelos antiguos. La educación, las enciclopedias, los libros son lugares de certezas, pero solo temporalmente. La ciencia nos provee de la verdad por un momento. Todo evoluciona. Así que hay estructuras educativas que deben renovarse”.
La exhibición, que incluye una instalación de 2 metros de diámetro, con una escultura de acero de 136 cm de alto, tiene la curaduría de la prestigiosa historiadora del arte Giada Lusardi. “A lo largo de su trayectoria artística Fernando Falconí ha explorado sutil, irónica y agudamente los relatos científicos sobre la evolución de las especies y el desarrollo de la vida. De manera particular ha hurgado en la dinámicas reproductivas, reformulando preguntas respecto a la contradictoria relación entre el ser humano y naturaleza. Todo esto lo ha hilvanado dentro de la manera crítica con la cual se aproxima a los discursos (e incoherencias) sobre la nación, su cultura y educación”, reseña la experta.
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Falconí cultiva así un colorido bosque con injertos nacidos de su emotividad profunda, a partir de insumos obtenidos mayormente de enciclopedias y otros textos educativos, para convertir a los árboles en metáforas que sugieren que todo en la vida tiene un origen común, y que todo cambia de forma infinita. (I)
Exposición: Abierta desde el 12 de agosto hasta el 11 de septiembre, de lunes a sábado, desde las 14:30 hasta las 20:30. Galería N.A.S.A.(L.), edificio Santana Lofts, local 1, planta baja, Puerto Santa Ana. Las obras están en exposición y a la venta. Ingreso libre.