Es un tema sobre el cual diferí la semana pasada con alguien cuyo criterio gastronómico respeto, sosteniendo yo que la oferta nacional de quesos no es de alta calidad, y cara.
Para ilustrar tal punto de vista comparemos precios en las perchas de cuatro países: Francia, Italia, España y Ecuador.
Dentro de los quesos europeos hemos incluido casas de altísima calidad, con medallas de oro en varias competencias, por ejemplo, el pajarete curado o el fresco de cabra; y también quesos con historias detrás, como el tamié, elaborado artesanalmente por monjes trapenses.
En todo caso, seguro no se me podrá acusar de tener sesgo en esta comparación para desfavorecer la relación precio-calidad del producto ecuatoriano. Si hay sesgo, es lo contrario, ya que comparamos quesos de países conocidos por tener la mejor calidad del planeta, en economías del primer mundo, y por lo tanto, con alto costo de vida, siendo además la mayoría de estos quesos, de procesos de maduración y añejamiento mucho mayores que los ecuatorianos.
Así, ¿no sería lo esperado que el queso de nuestro país sea el más barato de todos con bastante diferencia? Habiendo obviado las marcas a propósito, el lector podrá ver el resultado en la tabla. Los precios fueron tomados de las perchas de los principales supermercados de cada nación.
Es interesante observar el precio de tipos de queso exactamente iguales, como el brie ecuatoriano contra el francés, o el feta ecuatoriano contra el griego, en percha italiana. En ambos casos el ecuatoriano es entre 50 % y 100 % más caro.
Si queremos comparar los promedios, nuevamente, pese a que considero quesos europeos mucho más elaborados que los del mercado ecuatoriano, como por ejemplo el comté, cuyos registros datan de año 150 d. C. con un proceso que dura entre 10 y 14 meses, tendremos que el promedio de los precios de los quesos europeos listados es casi exactamente igual que los ecuatorianos. La diferencia es apenas del 11 %.
Esto en parte podría deberse a que el sector tiene menores productividades que el europeo. Sí, pero no es la mayor causa. Esto es otra prueba más de las distorsiones de precios que existen en nuestro mercado, afectando las estructuras de costos de casi todas las industrias, de cualquier sector económico que se analice, volviendo al país muy poco competitivo.
En el mundo de la gastronomía, sea en la mesa de restaurantes o en la percha de supermercados, Ecuador es muy poco competitivo, y este es solo un ejemplo. En precios de muchos productos, a similar calidad, Madrid, Roma, París, Quito, Guayaquil, en orden ascendente de valores. (O)