Guillermo del Toro y Alexandre Desplat, dos artistas brillantes que han marcado el cine contemporáneo con sus grandes talentos y que en varias ocasiones se han unido especialmente en el ámbito del cine fantástico para enaltecer este género del séptimo arte, brindaron este domingo una lección magistral de música en el Festival de Cine de Cannes.

Ambos coincidieron en decir ante su público que la música debe emocionar y correr riesgos.

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“Debemos permitirnos tener emociones, el arte es emotivo. Como mexicano soy extremadamente sentimental. Sentir emociones es el nuevo punk, es algo a lo que nosotros sí nos arriesgamos”, afirmó Del Toro.

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Desplat, ganador del Óscar, el Globo de Oro y el Bafta a mejor banda sonora original, por The Shape of Water (2017), habló con Del Toro sobre el trabajo realizado en esta producción y de aquellas que también referentes y en las que de las han participaron juntos como Pinocchio, 2022 y la nueva producción, próxima a estrenar Frankenstein, marcado esta la tercera colaboración junto al realizador.

El compositor francés le dijo a Del Toro que la banda sonora de este nuevo proyecto será muy lírica y llena de sentimiento, y aclaró no estar escribiendo música de terror. Por eso el cineasta confirmó que se trata de una historia sentimental y que no ha sido su intención hacer una película de miedo, pero que sí lo había pensado. Enfatizó que “Frankenstein no es un monstruo, como se le ha mostrado siempre, esa imagen que tenemos de él es por el hecho de que las personas miran a otros de manera incorrecta”.

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Guillermo del Toro ha manifestado que admira a Desplat desde hace muchos años: “Es el primer compositor con el que he asistido a las grabaciones de la música, porque para él es muy importante que un director le diga lo que siente desde el punto de vista sentimental”, dijo.

A su vez Desplat recalcó: “Fue algo que le gustó mucho a Del Toro, para quien la música es el único momento de la producción de un filme en el que se sorprende. Siento que es de gran ayuda la pasión por la música del director, y que siempre está abierto a sugerencias y que además sepa escucharme’, afirmó.

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Desplat es el primer compositor con el que Del Toro ha acudido a las grabaciones de la música, dejando claro su pasión por ella. Porque para el francés es importante que el director le diga lo que siente desde el punto de vista sentimental.

Por otro lado, el realizador mexicano aseguró: “Puedo decir que el 90 % de todo lo que escucho son bandas sonoras. Recuerdo que los primeros discos que compraba eran composiciones para películas, como The Godfather, 1972, con música de Nino Rota", sostuvo.

“La música es un medio esencial para entender el cine, tanto así que solo al escuchar la banda sonora con los ojos cerrados, te transportas a la película sin problema. Por ejemplo, en lo personal, me causó mucha impresión la composición de John Williams para Tiburón de 1975 de Steven Spielberg".

Desplat aportó su admiración por Spielberg, Martin Scorsese y Robert de Niro, como sus ídolos de adolescencia y cuyo trabajo lo motivó a incursionar en el cine: “Escuchaba toda la música que podía del cine de aquella época y eso me enseñó que era posible componer otros estilos y que la música aportaba a las películas una dimensión suplementaria. Me gusta introducir nuevos ritmos, cosas que dejan volar la imaginación, que al final es la clave de todo para hacer la música accesible, pero no infantil. Pero para ello hay que trabajar duro y así encontrar buenas melodías y los acordes correctos”, recalcó. “Porque, como dijo Del Toro: ‘La cámara se mueve como una ola y captura el sentimiento, la película trata de hablar y su voz llega con la música’”.

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El compositor francés Alexandre Desplat en el estreno de 'Eagles of the Republic', en Cannes, este lunes 19 de mayo. (Photo by Sameer AL-DOUMY / AFP) Foto: AFP

Alexandre Desplat es frecuente colaborador de directores como Wes Anderson, George Clooney y Stephen Frears. Su trayectoria cinematográfica incluye trabajos como The Queen (2006), El curioso caso de Benjamin Button (2008), El discurso del rey (2010) con múltiples nominaciones al Óscar, llevándoselo a casa por The Grand Budapest Hotel (2014). Otros trabajos incluyen Little Women (2019) y The French Dispatch (2021), donde trabajó con Greta Gerwig y Wes Anderson.

En tanto que Guillermo del Toro debutó en 1993 como director con Cronos, donde plasma su fascinación por lo gótico y lo fantástico. Luego ejecutó el drama sobrenatural El espinazo del diablo (2001). Después le regalaría al mundo su aclamada obra maestra ganadora de tres premios de la Academia El laberinto del fauno (2006). Posteriormente, en 2013, dejó expuesta su fascinación por los monstruos japoneses en Pacific Rim (2013). En el 2017 trajo a la luz su ópera prima ganadora de cuatro Óscar The Shape of Water. Conquistó en el 2022 los corazones de muchos con una versión stop-motion profundamente artística y melancólica del clásico Pinocho, que ganó el Óscar a mejor película animada.

Dos grandes “monstruos” reunidos por el tiempo y unidos por el amor al cine y la música. Del Toro ha dicho que admira profundamente a Desplat por su sensibilidad musical y por cómo logra “contar la historia desde el alma”. Desplat, a su vez, ha comentado que trabajar con Del Toro es como colaborar con un poeta, que entiende que la música no es solo un acompañamiento, sino parte esencial del relato. (O)