La transición de un personaje a otro es uno de los muchos desafíos que enfrenta un actor a lo largo de su carrera. Algunos de los mejores en el negocio se sumergen completamente en sus roles y deben tomarse largos descansos entre proyectos. Otros deben entrar y salir de varios personajes debido a sus apretadas agendas. Tom Holland recientemente contó una historia divertida sobre traer un poco de su personaje de Uncharted al set de Spider-Man 3. “Estaba haciendo esta escena (en Spider-Man 3) en la que me meto a un edificio y hay una toma cinematográfica genial detrás de mí, y Amy Pascal –una de las productoras– me llevó a un lado y me dijo: ‘¿Por qué estás caminando así? Estás caminando como un hombre; tienes que caminar como un niño‘. Regresé y miré el monitor, y pude ver que caminaba con arrogancia y confianza. Jon Watts –el director– dijo: ‘Está bien, es Nathan Drake. Lo arreglaremos y recuperaremos a Peter Parker’”.