“En 1973 las Fuerzas Armadas de Chile dieron un golpe de Estado al Gobierno del presidente Salvador Allende. El general Augusto Pinochet tomó el control del país”.

“Luego de quince años de dictadura, Pinochet enfrentó fuertes presiones internacionales para legitimar su régimen”.

Tres nominaciones al Oscar 2017 para "Jackie" de chileno Pablo Larraín

“En 1988 el Gobierno llamó a un plebiscito. El pueblo votaría o no a su permanencia en el poder por ocho años más”.

Publicidad

“La campaña duraría 27 días, con 15 minutos diarios de televisión para la opción y 15 minutos para la opción no”. Con estas frases como introducción se da inicio a la película No (2012), disponible en Netflix, una cinta que retrata el plebiscito que se desarrolló en Chile en 1988, con el cual se daría fin a la dictadura de Pinochet.

Lo que ocurre en la cinta dirigida por el cineasta chileno Pablo Larraín es lo que debería ocurrir en la vida real en una época de elecciones: realizar una campaña inteligente, sutil, es decir, sin necesidad de agredir al contendiente, pero captando votos. Y justamente esto es lo que ocurre en No. René Saavedra, un ejecutivo de publicidad, utilizará estrategias de márquetin para convencer a los electores de tomar una decisión correcta, sobre todo cuando está en juego la democracia.

“Es una historia sobre cómo se derrotó a alguien a través de herramientas que son varias, positivas. Entonces sabía que el respeto no se estaba faltando si no hubiese sido una percepción demasiado lejana que tuvo. Y esto sigue siendo una ficción, sigue siendo una realidad y sigue siendo una perspectiva parcial de lo que pasó, pero también intentando respetar la naturaleza que estábamos contando”, dijo Larraín durante una entrevista para el canal de YouTube Deby Ramaty.

Publicidad

Cineasta chileno Pablo Larraín dirigirá miniserie en la que Julianne Moore es la protagonista

El actor mexicano Gael García Bernal da vida a Saavedra, quien regresó a Chile luego del exilio en México. Un hombre que, según García Bernal, no se encasilló en dar una sola perspectiva al espectador, sino que quiso mostrar que sus motivaciones fueron varias. “Rehusamos a establecer bien ese concepto articulado, desde qué perspectiva lo está viendo, siempre es una cosa como que el personaje adquirió un carácter humano muy rápido que lo hacía muy indefinible... muy poco articulado en torno a su postura de ciertas cosas y sobre todo partiendo de que él fue víctima de los dramas más duros de la dictadura, que fue el exilio, entonces algo tenía que decir al respecto como para poder guardarse ciertas cosas, entonces nunca quisimos definirlo tan claramente...”, explicó el actor en el mismo diálogo.

No representó para Larraín dos nominaciones a mejor película de habla no inglesa en los Premios Óscar, y a mejor película iberoamericana en los Premios Ariel. En el Festival de Cannes obtuvo el premio Quincena de Realizadores a la mejor película, y ganó como mejor película en el Festival de La Habana.

Publicidad

La cinta de 116 minutos fue aclamada por la crítica internacional. “No es una película de aspecto feo —literalmente— sobre un periodo de tiempo feo. Es sucia, con poca belleza o detalles pictóricos, pero su antiesteticismo tiene un propósito y, una vez que te paran de doler los ojos, se deja ver y resulta persuasiva”, dijo Manohla Dargi, de The New York Times.

“Pablo Larraín narra aquí, a salvo de todo autoengaño y toda tentación épica, el fin de la dictadura de Pinochet (...) Es un trabajo de amarga lucidez”, comentó Jordi Costa, de diario El País.

Otras películas de Larraín en Netflix

En Netflix también se encuentran otras películas de Larraín con un contenido que lleva a la reflexión, como es el caso de El club (2015), que trata sobre “un grupo de sacerdotes (que) convive tranquilamente en una retirada casa de un pueblo costero, hasta que la llegada de alguien nuevo amenaza con desenterrar todos los secretos”.

Película chilena de Pablo Larraín gana Festival de cine de La Habana

La recepción de El club en el público y para la crítica fue positiva. En el Festival de Berlín obtuvo el Gran Premio del Jurado; en el Festival de Mar del Plata ganó como mejor guion y mejor actor para Roberto Farías, Alfredo Castro, Alejandro Goic y Jaime Vadell; en el Festival de La Habana se alzó con el premio Coral a mejor película. Además, recibió cuatro premios en los Fénix: mejor película, mejor director, mejor guion y mejor actor (Alfredo Castro); fue mejor película latinoamericana en los Premios Forqué, y mejor guion en los Premios Platino.

Publicidad

También fue nominada en los Globos de Oro a mejor película de habla no inglesa, y en los Premios Ariel a mejor película iberoamericana. Estuvo además en el Festival de San Sebastián en la sección oficial competitiva (Horizontes Latinos).

“Es un trabajo sorprendente y que llama a la reflexión, por parte de un director que nunca ha optado por el camino fácil, confirmando a Larraín como uno de los talentos más auténticos del cine actual”, dijo Jordan Mintzer, en The Wollywood Reporter.

Su suma Tony Manero (2008). Con esta película se vuelve al Chile de 1978, época en la cual regía la dictadura de Pinochet. Raúl Peralta, de 50 años, se obsesionó con interpretar a Tony Manero, el personaje de John Travolta en Fiebre de sábado por la noche, con lo cual en ese proceso lo llevan a cometer varios crímenes y robos.

El chileno Alfredo Castro da vida a Raúl. La cinta le valió a Larraín la nominación a mejor película iberoamericana en los Premios Ariel, y Castro ganó como mejor actor en los Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente. (I)