Durante décadas, Demi Moore se había encasillado en películas comerciales, gracias a su arquetipo de una belleza de Hollywood. Hasta ahora. Con su papel en La Sustancia, la actriz ha roto esa suerte y se prepara para llevar su carrera a lo más alto posible, con su primera nominación al Óscar.

‘La Sustancia’, el sangriento regreso de Demi Moore a las pantallas grandes de Hollywood

Este domingo 2 de marzo, Demi se disputará la ansiada estatuilla de mejor actriz con la española Karla Sofía Gascón (Emilia Pérez), la brasileña Fernanda Torres (Aún estoy aquí), su compatriota Mikey Madison (Anora) y la británica Cynthia Erivo (Wicked).

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La artista recibe este reconocimiento gracias a su papel en una película que justamente reflexiona sobre la belleza tóxica de la industria cinematográfica a la que se ven sometidas las mujeres cuando dejan de verse jóvenes en pantalla.

Es difícil no ver a Moore reflejada en esta historia. Su dilatada trayectoria abarca éxitos taquilleros que, a pesar de no haber recibido el aplauso de la Academia de Hollywood, han servido de precedente para que sus compañeras se abrieran paso en una industria poco afable con ellas.

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Luego del éxito de Ghost (1990) o Propuesta indecente (1993), llegó Striptease, que convirtió a Moore en 1996 en la actriz mejor pagada de la historia del cine con 12,5 millones de dólares, y aunque con ello logró romper el techo de cristal, tuvo que soportar comentarios que denigraban su trabajo. “¿Por qué, en ese momento, la elección fue derribarme?”, indicó en una entrevista a The New York Times el pasado septiembre.

En aquella etapa estaba casada con el exitoso Bruce Willis, y si bien no quiso comparar sus carreras, no consideraba justo no ganar lo mismo que él. “Se trataba más bien de por qué no debería hacerlo. Si hago la misma cantidad de trabajo, ¿por qué no debería?”, apostilló.

La belleza tóxica de Hollywood

La actriz estadounidense Demi Moore llega a la 82ª edición anual de los Globos de Oro en el hotel Beverly Hilton de Beverly Hills, California, el 5 de enero de 2025. (Photo by Etienne Laurent / AFP) Foto: AFP

El pasado 5 de enero, tras ganar el Globo de Oro a mejor actriz, Demi Moore reflexionó sobre su trayectoria de más de 45 años y su lucha por arrancarse la etiqueta de ‘popcorn actress’ (actriz de películas comerciales), impuesta por un productor al inicio de su carrera. Aquella frase, que quedó marcada en su memoria, la llevó a perseguir una imagen de juventud eterna para encajar en una industria implacable.

Figuras como Jenna Ortega, America Ferrera, Taylor Swift y Priyanka Chopra han alzado la voz contra la presión estética de la industria. Bella Ramsey incluso reveló una experiencia similar: “En una de mis primeras audiciones, el director me consideró talentosa, pero no obtuve el papel porque no tenía el ‘look de Hollywood’”.

El mundo del cine ha castigado con mayor dureza a las mujeres por envejecer o subir de peso, un tema que numerosas estrellas han denunciado a lo largo de los años. La gala del 2 de marzo podría brindarle a Moore un reconocimiento que simbolice la resistencia de muchas actrices. “Me pidieron que perdiera peso. Fue vergonzoso y humillante, pero todo eso me hizo quien soy”, confesó en una entrevista con CBS.

De qué se trata La Sustancia

El actor Demi Moore llega a la alfombra roja de la 31ª edición anual de los Screen Actor Guild Awards en el Shrine Auditorium de Los Ángeles, California, EE.UU., el 23 de febrero de 2025. Los premios anuales SAG presentan 13 premios exclusivamente a actores de cine y televisión. EFE/EPA/CAROLINE BREHMAN Foto: EFE

Justo cuando Moore empezó a asimilar su ocaso en Hollywood, cayó en sus manos el guión de una historia atrevida, poco convencional y que hablaba tanto de ella misma como de otras actrices condenadas a la eterna juventud que exige la industria. Un texto escrito por una mujer francesa, que también dirigiría el filme: Coralie Fargeat.

La actriz interpreta a Elisabeth Sparkle, una estrella de televisión que atraviesa una crisis de edad y que, tras perder su trabajo, se decide a tomar una sustancia que promete transformarla en una versión mejorada de sí misma.

Si bien Sparkle “muere” abrazada a su estrella en el Paseo de la Fama, que le dio de comer hasta que dejó de verse joven, Moore reescribe los renglones en su vida profesional: renace de sus etiquetas, logra el respaldo de una crítica que nunca estuvo de su lado y se perfila como una de las favoritas a lograr el galardón más prestigioso de Hollywood. (E)