La historia de Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica, tuvo una premier en Ecuador igual de explosiva que el artefacto creado en Estados Unidos por el protagonista y su equipo de científicos en el llamado Proyecto Manhattan (1942).
El cineasta Javier Andrade reflexionó sobre la nueva película de Christopher Nolan en un conversatorio que tuvo lugar en Riocentro Quito la noche del miércoles 19 de julio.
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“Todo lo que hace Christopher Nolan es fascinante, es uno de los cineastas que están trabajando en Hollywood a nivel industrial y comercial y sin duda es una de las personas más interesantes de los últimos quince años”, dijo el director de Lo invisible. “Destaco su inteligencia, su sofisticado lenguaje visual, su manejo de sonido y de música y grandes actuaciones, además de que hay que disfrutarla en IMAX, porque fue concebida para IMAX”.
Estos son algunos datos que debes conocer sobre la producción que se estrenó oficialmente en nuestro país este jueves 20 de julio.
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El libro que inspiró el guion de Oppenheimer
American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer (2005) se convirtió en una especie de biblia que informaba y guiaba todos los aspectos de la producción de Oppenheimer. Durante la fase de escritura del guion, la publicación de Kai Bird y Martin J. Sherwin le proporcionó al director Christopher Nolan un rico acervo de información que le ayudó a crear lo que más le interesaba: un retrato crítico de Oppenheimer que no solo dramatice los acontecimientos formativos y revolucionarios, sino que también explore su psicología y cuestione las consecuencias de sus acciones.
Una película en color y en blanco negro
El director decidió que las escenas contadas desde la perspectiva de Oppenheimer serían en color (también las escribió en primera persona), con cortes ocasionales a imágenes evocadoras y surrealistas que expresaban simbólicamente su mundo interior. Las escenas centradas en Lewis Strauss, otro actor clave en la configuración de la política nuclear estadounidense tras la Segunda Guerra Mundial, serían en blanco y negro.
Una estética única
La misión de construir el mundo de Oppenheimer le fue confiada a la diseñadora de producción Ruth De Jong. Nolan le pidió que no fuera quisquillosa ni se quedara corta con los detalles de época. Le gustaba la idea de impulsar el modernismo, permitiendo que los autos, teléfonos u otras piezas de tecnología fueran los mejores de la época. Era una opción adecuada para una historia sobre un hombre que persigue el futuro, contada desde su perspectiva. “Chris siempre me decía: ‘Ruth, no estoy haciendo un documental aburrido”.
Cillian Murphy, el protagonista
Para representar al padre de la bomba atómica, Christopher Nolan seleccionó a un actor que ha aparecido en cinco de sus películas (la trilogía de The Dark Knight, Inception, Dunkirk), pero que hasta ahora nunca había sido el protagonista: Cillian Murphy, la estrella irlandesa de cine y teatro, hoy de 47 años. “La primera vez que trabajé con él era muy novato, pero estaba claro que tenía un talento extraordinario y conectamos personal, profesional y creativamente. Fue maravilloso poder levantar el teléfono y decir: ‘Ha llegado; este es el indicado, este es el momento de que seas el protagonista, vas a asumir a un personaje que va a utilizar todos los aspectos de tu talento y desafiarte de formas que nunca antes te habían desafiado’. Y él estaba dispuesto a ello”.
La construcción de Oppenheimer
“Siempre fuimos tras la complejidad de Oppenheimer, ya que no era un hombre sencillo”, explica Murphy. Para prepararse para el papel, Murphy leyó American Prometheus y otros libros. Además, trabajó con Nolan y la diseñadora de vestuario Ellen Mirojnick para perfeccionar el aspecto característico de Oppenheimer: su intensa mirada, su postura, su pipa, su sombrero. “No intento imitar a Robert Oppenheimer”, dice Murphy. “Es un Oppenheimer destilado del Oppenheimer que vemos en los materiales históricos y del Oppenheimer que conocí en el guion de Chris. Fue un largo proceso para llegar a una síntesis de representación e interpretación”.
Sobre Kitty Oppenheimer
Katherine (Kitty) Oppenheimer (su apellido de soltera era Puening), interpretada por Emily Blunt, era bióloga, botanista y conoció a Oppenheimer en una fiesta en un jardín en San Francisco. Se casaron y tuvieron dos hijos, Peter y Toni, pero durante los años que vivieron en Los Álamos, Kitty luchó contra la insatisfacción que le provocaba la maternidad, la soledad y la adicción. “Kitty es un personaje que no habla de trivialidades; habla de temas importantes”, explica Blunt. “Ella encontró en Robert Oppenheimer a su par a nivel intelectual. En la relación había un respeto genuino. Ella era su absoluta confidente y su principal aliada a la hora de tomar grandes decisiones. Ella también era científica, y es el mejor ejemplo de una mujer de esa época con un cerebro brillante que se desperdició en la tabla de planchar, y sufrió por ello. Sin embargo, ella creía en Robert, lo adoraba, lo apoyaba y era su mayor defensora”.
¿Quién fue Lewis Strauss?
Interpretado por Robert Downey Jr., fue comisionado fundador de la Comisión de Energía Atómica en 1947, desempeñando un papel clave en la configuración de la política nuclear estadounidense de la posguerra. Strauss conoció a Oppenheimer ese mismo año en su calidad de administrador del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton. Así comenzó una tensa relación entre dos hombres obstinados, sumamente ambiciosos y, a su manera, fervientemente patriotas. “Lo gracioso de afeitarme la cabeza es que me recordaba a mi padre, lo cual nunca es malo”, relata Downey Jr. “Pero sin duda esa caracterización era la adecuada para el personaje. Chris (Nolan) se preguntaba si yo querría evitarlo. Pero lo único que terminó pasando fue que usé gorras de béisbol durante una temporada”.
El vestuario
Esta es la primera vez que la diseñadora de vestuario Ellen Mirojnick trabaja con Nolan. Su galardonada carrera de 40 años incluye clásicos como Fatal Attraction, Wall Street, Basic Instinct y Speed. La clave de la silueta de Oppenheimer era su sombrero y al equipo de A Mirojnick les llevó un tiempo descubrir su origen. La vestuarista se puso en contacto con sombrereros de Nueva York e Italia para recrear la célebre forma, pero fue Baron Hats, la legendaria marca fabricante de sombreros de Hollywood, la que lo recreó a la perfección. Los trajes del personaje reflejan a un hombre cuyos finos gustos están claramente definidos a través de sus adornos textiles. El atractivo de Cillian se veía acentuado por la elección de tonos azules para sus camisas, que le iluminaban los penetrantes ojos azules.