Brendan Fraser surge de las cenizas con una nominación al Óscar por mejor actor por ‘La ballena’

Antes de protagonizar La ballena, rol que le valió una nominación a la categoría de mejor actor en los premios Óscar, Brendan Fraser era mejor recordado por su papel principal en la trilogía de La Momia, que tuvo entregas en 1999, 2001 y 2007, y en George de la selva, además de actuar en Looney Tunes: de nuevo en acción y la primera entrega de Viaje al centro de la tierra.

El actor 54 años fue una figura central en Hollywood hasta mediados de la década de los 2000, aunque pasó de actuar junto a artistas del calibre de Matt Damon y Ben Affleck y de tener roles protagónicos a pasar mayormente desapercibido en la industria.

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Su casi desaparición del mundo cinematográfico fue explicada por el mismo Fraser en una entrevista a la revista GQ. A pesar de que la trilogía de La momia le trajo grandes réditos, también le causó problemas con su cuerpo debido a la exigencia física de las acrobacias que debía realizar.

El actor de Crash estuvo casi una década entrando y saliendo del hospital. Tuvo algunas operaciones: por ejemplo, se hizo una laminectomía en la espalda, operación diseñada para tratar la artritis en la columna vertebral, además de un reemplazo parcial de rodilla. Incluso tuvo que repararse las cuerdas vocales quirúrgicamente.

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La disolución de su matrimonio con la actriz y escritora Afton Smith también le afectó. Fraser conoció a Smith en 1993 en una reunión organizada por la famosa actriz Winona Ryder. Se casaron en 1998 y tuvieron tres hijos: Griffin, Holden y Leland. Finalizaron su matrimonio en 2009, y Fraser estuvo obligado a pagar manutención, monto que buscó reducir en 2013 alegando que ya no tenía las posibilidades económicas de pagar lo acordado debido a falta de trabajo.

Quizá el factor más determinante para el declive de la carrera actoral de Fraser fue el supuesto abuso sexual que dijo haber sufrido a manos de Phillip Berk, entonces presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, organización responsable por los premios Golden Globe.

El actor le confesó en el 2018 a la revista GQ que Berk lo tocó inapropiadamente sin su consentimiento en 2003 luego de un evento en el hotel Beverly Hills, en Los Ángeles, Estados Unidos. Según Fraser, Berk le habría tocado los glúteos y el perineo, causándole un estado de pánico.

“Me sentí enfermo. Como un niño pequeño. Sentí como si tuviera una pelota en la garganta. Pensé que me iba a poner a llorar”, le dijo la estrella de George de la selva a la revista estadounidense. Nunca lo contó porque no quería “enfrentarse” a cómo eso lo hacía sentir, ni que se volviera “parte de su narrativa”.

Pronto dejaron de invitarlo a los premios Globos de Oro, y las ofertas de trabajo se secaron. Tuvo roles secundarios en películas y series de televisión, pero La ballena, cinta que se estrenó en diciembre de 2022 en salas de cine estadounidenses, fue su primer rol protagónico desde Breakout, película que salió en 2013.

La ballena marcó su regreso triunfal. En el film interpreta a Charlie, un profesor de cursos de inglés online que está recluido en su hogar porque pesa 600 libras y los más básicos movimientos corporales se le dificultan. En el transcurso de la película intenta reconectar con su Ellie, hija adolescente, a la cual abandonó en favor de iniciar una relación homosexual.

La actuación de Fraser es conmovedoramente honesta. La honestidad es un concepto con el cual Charlie parece estar obsesionado; en un momento de la película le pide a sus alumnos que olviden las formas convencionales de escribir y que comuniquen algo honesto, que les salga de las vísceras.

Es por esta obsesión por la honestidad que Charlie demuestra amar de verdad a su hija, a pesar de su constante abuso verbal y físico hacia él. Ve a Ellie como lo que es: un producto de sus circunstancias, causadas en gran parte por él.

La ballena fácilmente pudo haber caído en la trampa de ser una historia diseñada para fetichizar la miseria de las personas obesas, o de caer en clichés ofensivos sobre la condición, pero la actuación sincera de Fraser hace que el personaje de Charlie trascienda su condición.

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El protagonista de La ballena es humano, a pesar de toda la vergüenza y culpa que siente por su apariencia y por los errores que cometió en su vida. Nada de esto sería posible sin Fraser, que hace que una de las características principales de Charlie, su fe en las personas, sea creíble. La impresión que deja la interpretación de la otrora estrella de películas blockbuster es que él comparte la fe que tiene su personaje en la humanidad.

El final de la película arranca lágrimas, y eso es justamente lo que le pasó a los miembros de la audiencia de cada festival de cine en el cual participó la cinta del director Darren Aronofsky. Fraser se llevó una ovación de más de seis minutos en el Festival Internacional de Cine de Venecia, así como en el Festival de Cine de Londres.

Ahora, Fraser es uno de los favoritos a llevarse el premio Óscar a mejor actor por su rol en La ballena. Los otros opcionados son Austin Butler, por su papel en Elvis, y Colin Farrell por Los espíritus de la isla. (E)