Anora, la histora de una estríper que se casa con uno heredero de la mafia rusa, y que pasa de la comedia al drama con pasmosa velocidad, dirigida, escrita, producida y editada por Sean Baker (mejor director) fue la sorpresa de los Óscar 2025, al llevarse la estatuilla a la mejor película.

Compitiendo con grandes títulos como Cónclave, The Brutalist, Aún estoy aquí, Emilia Pérez, La sustancia, Wicked, A Complete Unknown, Duna: Parte dos y Nickel Boys, Anora, una producción de bajo presupuesto, logró la misma victoria casi inesperada que su protagonista, Mikey Madison, la mejor actriz de la noche.

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“Lo hicimos con poco dinero pero con todo nuestro corazón. A los cineastas jóvenes, cuenten las historias que quieran contar; les prometo que no se van a arrepentir”, dijo la productora Samantha Quan, que salió a representar al equipo de producción.

“Esta película se hizo con el sudor, sangre y lágrimas de artistas increíbles, ¡que viva por siempre el cine independiente!“, exclamó. (E)