Hoy la Iglesia Católica recuerda el Día de los muertos, rezos, comida y demás tradiciones forman parte de esta fecha en la que se recuerda a los que ya no están en este mundo. El dolor, la tristeza y la esperanza son los sentimientos que se suelen experimentar detrás de la muerte de un ser querido.

¿Pero qué idea se tiene sobre la muerte en las diversas creencias religiosas, filosóficas y comunidades?

Catolicismo

Para la iglesia católica la muerte es la separación del cuerpo y el alma. “Cuando uno muere, esa alma pasa por lo que se llama el juicio particular, es un juicio entre Dios y la persona que ha fallecido. Allí se decide si uno queda completamente limpio, de cualquier maldad", explica el padre Ricardo Murillo, vicerrector del Santuario Santa Narcisa de Jesús.

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"Luego al final de los tiempos viene el juicio universal (...) en este todo lo bueno que ha quedado oculto de la vida de las personas se manifiesta para gloria de Dios y alegría de todos los salvos. Pero todo lo malo que ha estado oculto en los corazones también queda en manifiesto", agrega el sacerdote. De estos juicios depende si el alma va al cielo o al infierno; o al purgatorio (lugar donde a través de penas las almas se purifican), según la doctrina oficial.

La resurrección de los muertos, en la venida de Jesucristo, es una de las creencias más fuertes que se promulgan en el cristianismo.

Para los católicos la muerte es un sinónimo de esperanza para acudir al encuentro de Dios y así ganar la vida eterna. Sin embargo, para conseguirlo su alma debe estar completamente purificada y la oración por los difuntos es importante para que se pueda interceder por ellos en la tierra. "Nosotros oramos para que nuestros seres queridos puedan descansar plenamente en alegría, paz y felicidad en la presencia de Dios", indica el religioso.

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Entre las prácticas que se hacen en los feligreses antes de morir se encuentra la Unción de los enfermos, un sacramento de acompañamiento en el momento del dolor y de la enfermedad; y eventualmente de la muerte. “Uno pide por la salud física y espiritual de la persona, obviamente la persona tiene que estar preparada espiritualmente para recibir el sacramento... la persona debe estar en gracia, por eso el paso previo suele ser la confesión", dice el padre Murillo.

Judaísmo

Los judíos hablan de la vida después de la vida y el levantamiento de los muertos. Al igual que los católicos creen en la existencia del alma, que se orgina del hebreo néfesh. “Se considera que el cuerpo puede morir entregado a la tierra como lo dice el creador", menciona Elicío Valarezo, moré (maestro) de la Comunidad Judía Mesiánica.

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Explica que en la religión judía las almas van solo a dos lugares: el shamayim (cielo) o el gehena (infierno), más no creen en la existencia de un purgatorio. La práctica de visitar los cementerios en una fecha especial, dice Elijah Valarezo (nombre adoptado en judío), se lo hace en el inicio del año judío, este 2020 fue el 18 y 19 de septiembre.

Sin embargo, ellos no rezan por los difuntos. "Se hace un rezo al creador -no por la vida o alma de ellos- sino por el ejemplo que dieron para nosotros cada uno de los creyentes", afirma.

Sin embargo, se puede clamar por el perdón antes de que una persona muera. "Las personas que se encuentran en estado de gravedad pueden llamar a un líder a hacer una bendición o rezo para pedirle perdón al creador", dice e indica que el Cementerio General de Guayaquil cuenta con una sección de cementerios para judíos.

Adventistas

Los adventistas y su doctrina relacionan a la muerte con un sueño profundo que solo terminará a la llegada de Cristo. “Solo será despertado el día que Cristo regrese por segunda vez", menciona Giovanny Izquierdo, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

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"El hombre fue creado en polvo de la tierra y el aliento de vida, este último viene de parte de Dios, la unión de estos dos elementos da vida y la separación de estos dos elementos es la muerte", agrega el pastor.

Para esta religión los muertos nunca más vuelven a tener contacto con los vivos, por lo que los rezos por los difuntos no es parte de su doctrina. "Creemos que su amor, su odio, su envidia, todo murió, por lo tanto dentro de la teología adventista fomentamos que las cosas se hagan o digan a los seres que amamos se lo haga en vida, porque una persona cuando muere nunca más tendrá parte debajo del sol dice la biblia", expresa.

Hablan sobre la resurrección, como algo que solo será posible para quienes creyeron en vida en Cristo, el que no lo hizo no resucitará. Para esto cita 1 Tesalonicenses 4:16-17. "El señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, con voz de trompeta descenderá del cielo, entonces los muertos en Cristo resucitarán primero".

El pastor Izquierdo además menciona lo que conocen como la segunda muerte. "Si no creyó en Jesús va a resucitar cuando se cumplan los mil años. Pero resucitan para ver la ciudad, para mirar a los justos y nuevamente morir, ya no van a morir de la muerte natural, allí serán quemados y se acabará el pecado para siempre porque eso es lo que quiere Dios que sea exterminar el pecado de la tierra", dice.

Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

La muerte por más trágica que nos pueda parecer es el fin de esta vida mortal que nosotros conocemos para continuar una existencia eterna, afirma Byron Meza, director nacional de Comunicación en Ecuador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quien además agrega que la muerte es una parte importante del plan de Dios para el hombre.

Para la iglesia la muerte es la separación del cuerpo con el espíritu, en espera de la resurrección. “El cuerpo queda en el frío sepulcro para volver al polvo y el espíritu estará en una espera consciente de la resurrección que es nuevamente la unión del cuerpo y el espíritu para no volverse a separar ya más”, explica Meza, quien define a la resurrección como un regalo que Jesuscristo hizo al dar su vida por la humanidad. “Este fue el triunfo sobre la muerte y la posibilidad para que todos podamos resucitar”, agrega.

Según la doctrinas esta recompensa se consigue de acuerdo a los actos y obediencia a los mandamientos de Dios.

¿Qué percepciones tienen sobre el alma? “Hay dos maneras de percibir el alma, el primero es como el espíritu, que es la parte consciente y motora de nuestro cuerpo, este viene de Dios, es eterno. Y la segunda que es el conjunto del cuerpo con el espíritu que en esta vida tendrá que separarse cuando venga la muerte para luego volverse a unir para siempre”, responde.

Budismo

La doctrina filosófica fundada por Buda en la India, señala que ante la muerte hay dos opciones: evadirla o confrontarla. Al aceptarla -señalan- se reflexiona y trabaja en reducir al mínimo el sufrimiento que ocasiona, la finalidad es conseguir una muerte pacífica. El Dalái Lama invita a que se piense en el fin de la vida no como una angustia sino como una reflexión saludable.

Es decir, se promueve la preparación de una buena muerte, la misma que se puede conseguir con la cultivación de paz en la mente y maneras de vivir. De acuerdo el Dalái Lama para morir bien hay que vivir bien, es decir alejarse de emociones como el apego, la ira, el miedo o la violencia.

Por lo general creman a sus muertos, ya que de esta manera se cree que el alma es liberada del cuerpo para entrar en su siguiente existencia, ya que el budismo promulga la reencarnación, que es determinada por fuerzas kármicas.

El budismo busca un estado virtuoso de la mente al momento de morir, sin embargo su doctrina permite que esto se lo puede conseguir con el acompañamiento que familiares o seres queridos hagan a la persona a punto de fallecer. Es por eso que antes de morir las palabras de amor y calma, son fundamentales.

Para el Dalái Lama la muerte es como un cambio de ropa que ya se encontraba muy gastada.

Ateísmo

“La muerte para los ateos es el regreso a la nada, yo estoy hablando desde mi perspectiva y que comparte la mayoría de personas de nuestra comunidad, pero por lo menos nuestra comunidad libre pensadora es muy heterogénea porque no hay ningún libro guía ni tampoco ningún manual cómo deber ser uno el buen ateo, en la buena persona sin creencia”, explica Gustavo Lamota, presidente de la Asociación Atea Ecuatoriana.

Según Lamota, el término de la vida es cuando todos los recuerdos “todo lo que conformaron nuestra personalidad, nuestro ser se desconecta”, pero aclara que no es a la nada total y explica el porqué. “Los átomos son indestructibles y nosotros somos seres materiales a la vez que seres psicológicos, entonces nuestro componente material, que es carbono, oxígeno, agua, vuelve a descomponerse y vuelve a formar parte de la naturaleza en otra forma desorganizada totalmente”, comenta.

"Por supuesto nuestros genes si es que hemos tenido descendencia o nuestra familia también perdurarán y si hemos marcado buenos recuerdos sociales ayudando a la gente y dando buenas sensaciones a la mayoría de personas que nos rodean nos van a recordar muy después de la muerte", agrega.

Lamota indica que actualmente el grupo de la Asociación es de por lo menos 8.000 personas.

Islam

En el Islam la muerte “lo único que representa es el final del camino en esta vida y es el momento en el cual las personas ya cesa de tener la oportunidad de hacer las obras de bien que tuvo durante su vida”, de acuerdo con Juan Francisco Saud, director del Centro Islámico de Guayaquil.

Asimismo, indica que cuando una persona muere está en su tumba hasta el día de la resurrección en donde Dios lo juzgará y “será pues de las personas bienaventuradas del paraíso o de los desgraciados del infierno, dependiendo de cómo esta persona haya obrado en su vida”.

La mejor forma de rendir tributo a una persona fallecida, dice Saud, es haciendo súplicas por él, pidiendo a Dios que los perdone y que lo ingrese al paraíso.

Según Saud no existen cifras oficiales y es difícil dar un conteo exacto de la cantidad de musulmanes que hay, pero calcula que en Guayaquil "hay unos 2.000 musulmanes como mínimo”. (I)