Empecemos con la palabra «nasobuco», que no está documentada en los diccionarios académicos; pero no hay razones para cuestionar su empleo, pues los elementos que la conforman son adecuados.

Está compuesta por «naso» (del lat. nasu, que significa ‘nariz’) y «buco» (del lat. bucca, que denota ‘boca’). Entonces, «nasobuco» se refiere a ‘nariz y boca’. Y aunque no está claro el sentido de ‘cubrir’, este se puede captar en el contexto de su empleo, que es la COVID-19.

En el corpus de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología se registra a partir de 1914 en contextos de Ciencia y Tecnología, Salud y Medicina; país: Cuba. Por su reciente documentación podemos afirmar que se trata de un neologismo.

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Veamos, ahora, los usos de tapaboca, mascarilla y barbijo.

El significado de «tapaboca» surge fácil. Tan solo debemos analizar sus componentes: tapa + boca = ‘que cubre o protege la boca’. Su sentido no es muy contundente.

El vocablo «mascarilla» resulta más convincente: ‘cubre la cara’. Es sinónimo de antifaz, máscara y careta; pero en los contextos médicos se refiere a una pieza de tela especial que ‘cubre boca y nariz’.

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Asimismo, «barbijo» denota con claridad que es una pieza de tela que, por asuntos profilácticos, se usa para cubrir la boca y la nariz. (F)

FUENTES:

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Diccionario de la lengua española (versión electrónica) y Diccionario de americanismos (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; Enclave de ciencia, de la Real Academia Española y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España.