“Plaza Navonna realizó una renovación al nivel de la entrada del ala derecha del centro comercial, dedicando esta área a una plaza de comidas y ampliando su oferta inicial. La Plaza es agradable, con muchos más detalles y mejor iluminación, dando un aspecto más acogedor. Varios de los restaurantes ubicados ahí son marcas conocidas, como el local #100 de Sweet and Coffee.

Comprobamos que Marinara, una de las mejores pizzas de Guayaquil, continúa. También hay nuevas marcas, por ejemplo emprendimientos como Sicilia, restaurante italiano.

Su carta de vinos tiene un excelente precio. La política de márgenes del restaurante es muy coherente, motivando a que el comensal pueda maridar su comida. Escogimos un vino tinto de la casa, italiano, por $20. Comenzamos con el Vitello Tonnato. Es un plato muy común, encontrado en el menú de muchos restaurantes italianos de la ciudad, plato que por más que pruebe un sinfín de ocasiones me sigue sorprendiendo. Me parece una genialidad. A fin de cuentas no es intuitivo hacer una mayonesa de atún para mezclar con carne de ternera. Consiste en finas láminas de ternera cubiertas con una crema de atún y alcaparras. El secreto del mismo es la calidad de la carne y la salsa. Estuvo bien.

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Pedimos luego la focaccia paradiso. De mozzarella, stracciatela, que sí la tenía, yo personalmente no lo pude percibir; Y aceite de trufas. La masa no fue de mi agrado y no la recomendaría.

El mejor plato de la comida, y realmente el único que sobresalió, ravioli di zucca, rellenos de zapallo bañados en mantequilla y salvia, con lascas de parmesano. El término perfecto, al dente. El relleno de zapallo fantástico, con el punto de dulzor perfecto, que junto con el elemento que por excelencia mejor combina con este, la mantequilla permitió que el plato sea disfrutado y comentado.

También intentamos el risotto di zucca, de zapallo con queso de cabra artesanal. En este no pude encontrar sabor a zapallo, que debió ser el corazón del plato, ni distinguí el queso de cabra. Más bien me quedó en el retrogusto el recuerdo de mi niñez de macarrones con queso de caja. Terminamos con tagliatelle zucchini, gamberi e pistacchio. Muy bueno. Me hubiera gustado más harina de pistachos, que estuvo un poco escasa.

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Scicilia es un restaurante de precios altos, algo costoso a mi juicio para la oferta, en el rango de $40 por persona en una comida con vino. Su carta es la de un restaurante italiano típico, de una trattoria bastante clásica y de las que se encuentran comúnmente en la ciudad.

Al salir pasamos por Churrín Churrón para probar sus helados. El de pistacho, con bastante saborizante y colorante. Los churros son de una calidad aceptable, aunque los prefiero clásicos, sin los aderezos psicodélicos que suelen añadirles.

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Luego de haber probado muchos de los restaurantes de esa plaza, Marinara sigue siendo mi favorito. (O)