Desde el año pasado el ecuatoriano Manuel Jara, junto con su hija Tania, venía gestando un proyecto de exposiciones itinerantes para presentarse en todo el país. Pero el pasado 28 de enero la muerte le ganó la partida y no dejó que cumpliera su deseo: el de mostrar al público las diferentes facetas que caracterizaron su arte.

No obstante, pese a la profunda tristeza que su hija sentía por la pérdida del reputado pintor, ella decidió seguir adelante con los planes de su padre. Así, el mes pasado inició con el periplo de las obras de Jara a propósito de sus 50 años de carrera artística, tiempo que hubiera cumplido este 2019.

En Quito (Ministerio de Cultura y Patrimonio) ya se presentó una selección de obras del pintor oriundo de Gualaceo (Azuay). Ahora otros de sus trabajos se exponen en una retrospectiva en Guayaquil.

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La vida cotidiana de la Costa ecuatoriana, sus paisajes, el campo, las cacaoteras, los barrios, las bananeras, los pescadores, la fauna y la flora de la región plasmados con trazos vivos y sencillos son parte de esta exposición que se mantendrá abierta en el museo municipal, hasta el 29 de junio.

“Usted va a ver muestras desde los años 70 cuando él comenzó a pintar, hasta el último día literal de su vida”, explica su hija, quien en noviembre espera exponer otra parte del trabajo de Jara en Gualaceo.

Señala que el artista, quien en 2007 fue reconocido con el Pincel de Oro de la Asociación Cultural las Peñas, en sus inicios (década de los 70) se caracterizaba por la utilización de los tonos ocres, “con temáticas más oscuras, pero a raíz de los años 80 –cuando sufrió su primer infarto– tuvo que dejar el óleo y empezó a manejar el acrílico.

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“Desde ese entonces su temática fue dando más color. Aunque él sea de la provincia del Azuay, el era maravillado con el paisaje costeño, le encantaba lo que es la Costa y más Guayaquil y por ello pintaba eso”, cuenta Tania Jara, quien se ha encargado se la rigurosa selección de los 50 cuadros que conforman esta retrospectiva del artista.

De su padre Tania no solo guarda los mejores recuerdos familiares, sino también una gran admiración por el trabajo que este hacía. “Él siempre pintó al trabajador, al campo, él siempre pintó la belleza, quizás esa belleza que nosotros no vemos o se nos pasa por desapercibida”, señala.

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La muestra se puede visitar de martes a sábado, de 09:00 a 17:00, en Sucre entre Pedro Carbo y Chile. (I)