Chop Chops nace hace 10 años en un local de Riocentro Sur. Los inicios del negocio fueron duros y los resultados pobres. Sin embargo, sus propietarios creyeron en su producto y en lugar de actuar conservadoramente, abrieron dos locales más, en Riocentro Ceibos y Mall del Sol. Ese fue el punto de quiebre.

Al abrir el tercer local, las ventas comenzaron a crecer y obviamente, las economías de escala mejoraron el margen del negocio.

Lo siguiente fue construir un centro de procesamiento y distribución, que los ayudó a estandarizar cortes de cárnicos, homogenizar calidad, controlar porciones y manejar inventarios. La historia termina con éxito, llegando a tener una docena de locales, abriéndose otro en El Dorado, manejando servicio a domicilio en Guayaquil y Samborondón.

Publicidad

La construcción del plato nace de la observación de las costumbres del ecuatoriano. Nos dice su propietaria que usaron arroz por ser la base de su dieta diaria, notando que este disfruta “mojando” el arroz con cuanto jugo de la proteína que esté al lado encuentra, sea un seco, un churrasco, o menestra, por lo que decidieron hacer un arroz mojado, coronándolo con algún tipo de fréjol, una proteína, y aderezos como aguacate, maduro o huevo.

Algunos de ellos llevan fondo o salsas hechas a base de crema de leche o de vino.

Es una marca que aún no ha sido franquiciada, no obstante, muchos quisieran tenerla.

Publicidad

Probamos el chop chops tradicional. El plato tiene arroz, menestra de fréjol canario o lenteja, queso derretido, maduro chopeado alrededor, pollo y lomo en el centro. Lo recomiendo con salsa al curry.

Han sacado combinaciones como guatachop, churraschop o secochop. Pueden caer en abusos en la mezcla de sus platos, como el chopimoro, que es una mezcla de los chop chops más vendidos: el mexicano con guacamole, ranchero con huevo frito y tradicional con trocitos de maduro. Crear no siempre se trata de mezclar todo.

Publicidad

Hoy en día muchos restaurantes usan el nombre para describir platos similares. Otros han imitado la creación con modificaciones propias, lo que debería ser un halago para sus creadores, pues nadie copia el fracaso. Varias enseñanzas nos deja la historia del Chop Chops.

Fue una creación basada en la observación de las costumbres de mesa, muy arraigadas en el ecuatoriano. El plato ya existía antes en el imaginario colectivo de la gente. Otra enseñanza importante es la simplicidad. Una idea básica, adornada ligeramente, sin muchas arandelas.

Y por último, el asumir riesgos, trabajo duro y decisión, pueden generar crecimiento exponencial. Casi tres años con un local con resultados económicos pobres podrían haber hecho colgar los guantes a sus propietarios. Sin embargo, en algo más del doble de tiempo de haber mantenido abierto el primero, crecieron casi diez veces. Chop Chops es un emprendimiento meritorio. (O)