El príncipe Enrique y Meghan Markle llegaron ayer a Wellington, última etapa de su larga gira en el Pacífico, donde fueron recibidos por la primera ministra Jacinda Ardern.

La pareja real británica llegaba desde Sídney, donde participó el sábado por la noche en la ceremonia de cierre de Invictus Games, una competición deportiva para los inválidos y heridos de guerra.

El duque y la duquesa de Sussex viajaron desde Australia a bordo de un aparato del ejército del aire de Nueva Zelanda que también transportó al equipo neozelandés que participó en los Juegos.

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Después de ser recibidos por Ardern y el alcalde de Wellington, Justin Lester, Enrique y Meghan conversaron con los atletas antes de dirigirse a la residencia de la gobernadora general de Nueva Zelanda, Patsy Reddy, para una ceremonia de bienvenida tradicional maorí.

Meghan, embarazada del primer hijo de la pareja, llevaba el cabello recogido en un moño, con un vestido negro y un abrigo de cuadros.

Ambos lucían la tradicional poppy (amapola) roja, que conmemora a los muertos de la Primera Guerra Mundial.

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La pareja inaugurará un nuevo memorial británico de la guerra en Wellington, y tenía previsto participar anoche en una ceremonia que conmemora la adopción del derecho al voto para las mujeres hace 125 años en Nueva Zelanda.

En los tres próximos días, el príncipe Enrique y su esposa Meghan pasearán y hará una barbacoa en el parque Abel Tasman, en el norte de la isla del Sur, participará en una recepción con Arden en el Museo del Memorial de Guerra de Auckland y visitará la ciudad de Rotorua, en la isla del Norte, conocida por sus aguas termales, sus géiseres y su cultura maorí. (I)