“El diablo, investido de su dimensión humana, busca tratamiento psicológico, para evacuar sus represiones tormentosas, superar sus problemas de personalidad y potencializar su poder. Aspira a ser una mezcla natural, perfecta, de lo divino y de lo terrenal, para consolidar su imperio, cada vez más resquebrajado. En su yo interior se impone el deseo de no etiquetarse como un ‘ángel caído del cielo’, se lee en la contraportada del libro titulado El psicólogo del diablo, del novelista Salomón Doumet Vera.