La 13.ª etapa del Tour de Francia recorrerá el viernes los 219,9 kilómetros que separan Nîmes de Carcassonne, con un recorrido prácticamente llano que favorece la llegada masiva a la ciudad occitana, famosa por su impresionante ciudadela amurallada medieval.
En el trayecto, el pelotón atravesará una parte de la geografía de Francia en la que el viento puede convertir en un espectáculo una jornada que, por trazado, parece destinada a una llegada masiva.
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Una sola dificultad montañosa de cuarta categoría en la jornada y además al inicio de la etapa, la Côte du Pic Saint-Loup (51,5 kilómetros), aunque en el camino hacia Carcassonne los ciclistas deberán superar varios repechos no puntuables en una zona reputada por sus viñedos.
“Si sopla, el viento podría convertir esta etapa, muy tranquila sobre el papel, en particularmente estresante”, advierte el director de la carrera Thierry Gouvenou. “La longitud del recorrido ofrece una oportunidad de que llegue una escapada si a los equipos de los velocistas se les hace imposible controlar la carrera”.
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Tras no lograrlo el miércoles en Nîmes, el británico Mark Cavendish tendrá una nueva oportunidad para igualar el récord de 34 triunfos de etapas del legendario Eddy Merckx.
Carcasona (47.000 habitantes) recibe al Tour por 11ª vez en su historia, seis de ellas desde 2004. El danés Magnus Cort Nielsen fue el último en imponerse en la ciudad medieval en 2018, superando en la meta al español Jon Izagirre.
La salida de Nîmes se dará a las 5:05 de Ecuador y la llegada a Carcasona se prevé sobre las 10:29 si se cumple la media de 42 kilómetros por hora marcada por la organización. (D)