‘Fernandomanía’ es el término acuñado para destacar la histórica y brillante aparición, los títulos y distinciones conseguidos y la influencia del beisbolista Fernando Valenzuela en las Grandes Ligas. Era poco conocido por la afición de Estados Unidos cuando de manera inesperada le entregaron la responsabilidad de abrir desde la loma en el juego del día de apertura de la temporada de 1981 al mexicano, el menor de doce hermanos, que había nacido en noviembre de 1960 en un área rural llamada Etchohuaquila, Navojoa, estado de Sonora, de familia muy humilde.

Según una anécdota para el jueves 9 de abril de hace 40 años estaba anunciado Jerry Reuss como abridor de Los Dodgers de Los Ángeles. Pero ocurrió lo impensado: al pitcher programado se le presentaron dolores en una pantorrilla, lo que provocó que el mánager Tommy Lasorda entre en pánico y porque los otros lanzadores no estaban disponibles por haber sido usados en los de pretemporada, echará mano de un jovencito de 20 años llamado Fernando Valenzuela, que se encaramó la loma con pasmosa tranquilidad.

Valenzuela empezó a dominar a los bateadores rivales y sacando outs hasta que cayeron todos los episodios y los 50.511 asistentes en el estadio empezaron a preguntar ¿quién era ese lanzador y de dónde salió? Una interrogación que se convirtió en admiración. Para sorpresa de todos Valenzuela trabajó los nueve episodios, ponchó a cinco y los Dodgers ganaron 2-0 a los Astros de Houston. El público terminó aplaudiendo de pie las últimas acciones de Valenzuela. Fue una soberbia actuación que generó una grata impresión y la gente empezó a hablar de un mexicano que tenía una forma peculiar en su mecánica porque al momento de levantar los brazos para tomar impulso también elevaba su mirada al cielo, movimiento poco aconsejable porque lo saca del foco visual del objetivo, que es la zona de strike. El apodado Toro Valenzuela tenía un tipo de lanzamiento llamado tirabuzón, una gran arma para dominar a los bateadores contrarios que fueron sorprendidos con ese raro envío.

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Fernando Valenzuela, mexicano, en 1981 causó una revolución.

Luego de esa magistral actuación el equipo salió de visita para tres encuentros y en dos cubrió toda la ruta y ambos ganados por blanqueada. En su regreso a Los Ángeles, Valenzuela lanzó otro juego completo para llegar a cinco ganados de manera consecutiva, sin derrotas, en los que permitió solo una carrera en 45 entradas. Así comenzó un periodo de leyenda que cautivó a la afición de Los Ángeles y esa era de Valenzuela, que se transformó en un verdadero fenómeno social, fue denominada ‘Fernandomanía’ y ha sido irrepetible en las Grandes Ligas.

Esa temporada ganó el título de Novato del Año, al mismo tiempo el premio Cy Young como mejor lanzador y la revista Sporting News nombró a Valenzuela Mejor Jugador del Año (1981). Los Dodgers fueron a la postemporada y conquistaron la Serie Mundial frente a los Yankees de Nueva York, para rematar un año mágico.

Las brillantes presentaciones de Valenzuela generaron que una mayor cantidad de público acudiera al estadio, pero de manera especial los seguidores mexicanos residentes en Los Ángeles y en el estado de California fueran al Dodgers Stadium para ver en vivo a su compatriota. Así empezó a cerrarse una herida abierta desde 1959, cuando migrantes mexicanos de escasos recursos fueron desalojados de la zona llamada ‘Chávez Ravine’, donde se iban a construir viviendas. Aquello no ocurrió, pero en ese mismo sitio se edificó en 1962 el estadio de los Dodgers. Fue tanto el impacto que el pitcher era invitado a muchas entrevistas y como aún no hablaba inglés le pidieron que le ayudara como traductor al ecuatoriano Jaime Jarrín, relator de los Dodgers en español.

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Tras ganar la Serie Mundial de 1981 los Dodgers fueron invitados a la Casa Blanca para recibir homenaje del presidente Ronald Reagan. Los personajes más connotados de la política norteamericana hicieron fila para conversar con la superestrella y su intérprete, Jarrín, con quien comparte ahora las transmisiones en español. Ambos recordaron el 9 de abril pasado los 40 años de la Fernandomanía, una de las épocas más brillante en la historia de las Grandes Ligas. (O)