Cada vez hay más evidencias contra el jugador Dani Alves en la causa abierta en el Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona contra él por agresión sexual. Según han explicado a este medio fuentes judiciales, en su declaración ante la juez, la víctima explicó que el brasileño tiene tatuaje en el abdomen en forma de media luna, y que fue muy visible durante toda la relación no consentida, publica diario El País, de España.
Dijo que lo vio en el momento en que el jugador la intentó obligar a hacerle una felación y ella se resistió, todo ello durante los minutos en que la encerró en el lavabo de una sala vip en una discoteca de Barcelona.
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Cuando le tocó declarar a Alves, después de la versión “contundente” de la víctima, la juez preguntó al jugador por el tatuaje. En ese momento, su versión era que él estaba en el lavabo, sentado en la taza del váter, y ella había entrado y se le había abalanzado encima.
Por eso, la magistrada quiso saber dónde lo lleva y cómo era posible que la víctima detallase su tatuaje de media luna si no se había levantado y, por tanto, lo tapaba la camisa.
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El jugador rectificó y admitió entonces que se levantó cuando ella entró y que, por eso, pudo verle el tatuaje, que habitualmente está tapado por la ropa, ya que baja desde el abdomen hacia la zona genital.
Más tarde, en esa misma declaración, el jugador acabaría diciendo que las relaciones fueron consentidas. Fueron precisamente esos tres cambios de versión durante su declaración uno de los argumentos por los que se ordenó prisión provisional. (D)