El día que el reconocido entrenador italiano Arrigo Sacchi, en los años 90, se inspiró para decir aquella frase tan replicada luego de que “el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes de la vida”, no se imaginó la trascendencia que llegaría a tener. Como él mismo insistía, ese pensamiento obedecía a la filosofía que impregna el balompié en el desarrollo de los pueblos.