Barcelona Sporting Club vive un presente de contrastes en su banquillo. Las estadísticas respaldan el paso de Segundo Alejandro Castillo, quien dirigió al equipo durante 38 partidos oficiales. Sin embargo, en lo táctico y en la construcción de un modelo futbolístico, la gestión de Ismael Rescalvo empieza a convencer.

El debate no solo pasa por los números, sino por las sensaciones que transmite el equipo en el campo de juego.

Los datos son claros. Castillo, exvolante central y referente histórico del fútbol ecuatoriano, alcanzó un rendimiento del 68,4 %, con un total de 17 victorias, 9 empates y 12 derrotas en sus 38 encuentros.

Su Barcelona SC fue un cuadro que marcó 60 goles y recibió 48, lo que le permitió acumular 60 puntos en su ciclo. Los números muestran solidez, pero al mismo tiempo dejaron la sensación de un equipo irregular, que dependía más de la entrega y de acciones individuales que de una idea clara de juego colectivo.

En contraste, los números de Rescalvo todavía no alcanzan la misma contundencia estadística. En sus primeros quince partidos, el español registra 7 victorias, 4 empates y 4 derrotas, con un total de 24 goles anotados y 15 recibidos.

Su puntaje llega a 25 unidades, lo que representa un 55,55 % de rendimiento, inferior al de Castillo. Sin embargo, la percepción general es que con Rescalvo, Barcelona SC ha encontrado un once titular más definido, un orden táctico más trabajado y una propuesta que busca construir desde el fondo con paciencia, buscando asociaciones y amplitud en las bandas.

Aquí radica la gran diferencia entre ambos procesos. Mientras los números colocan a Castillo con ventaja, en la cancha se nota que el equipo con Rescalvo tiene un sello reconocible.

El español no solo ha logrado dar estabilidad a la defensa, sino que también consiguió un medio campo con mayor dinámica y salida limpia, además de un ataque con más movilidad. En otras palabras, ha puesto las bases de un modelo de juego que intenta trascender más allá del resultado inmediato.

Claro que la deuda pendiente de Rescalvo es evidente: ganar en el estadio Monumental Banco Pichincha. Más allá del triunfo sobre Orense SC (2-0), el plantel aún no consigue sumar de a tres en casa bajo su gestión, un tema que ha generado críticas de parte de la hinchada. Sobre todo porque el equipo no logra sostener picos altos de rendimiento durante los 90 minutos de partido, lo cual le ha pasado factura en más de una ocasión y que ha sido reconocido por los jugadores y el mismo entrenador.

El regreso de Jean Carlo Montaño y la inclusión del brasileño Leonai Souza en el once estelar, más la presencia de Jhonny Quiñónez, le han dado a Barcelona SC un trivote en el medio sector con dinámica e intensidad. Rescalvo encontró su once, pero le falta pulirlo.

Y este domingo tendrá un desafío de máxima exigencia: enfrentar a Independiente del Valle en la primera fecha del hexagonal final de la Liga Ecuabet, un rival que no solo es líder del campeonato con 64 puntos, sino que además le ha sacado 10 unidades de diferencia al propio Barcelona SC, segundo en la tabla con 54.

Será el quinto enfrentamiento del 2025 entre ambos, tras haberse medido en la fase inicial de la Liga Ecuabet y en la fase de grupos de la Copa Libertadores, con un balance claramente favorable a Independiente: tres victorias, un empate y apenas un triunfo para Barcelona.

Una victoria, además de sumar confianza, significaría cortar la sequía en el Monumental Banco Pichincha, donde Rescalvo busca un nuevo festejo como local.

En definitiva, la comparación entre Castillo y Rescalvo refleja dos visiones distintas. El ecuatoriano dejó números que lo respaldan y que, en términos fríos, lo colocan por encima.

Pero el español parece estar construyendo una idea táctica y un modelo de juego que puede darle identidad al equipo en el mediano y largo plazo. (D)