Mario Canessa: La imprudencia culposa de Novak Djokovic

Novak Djokovic, el tenista serbio ganador de 17 torneos de Grand Slam , llegó para jugar el atípico Abierto de Nueva York como el número 1 del mundo y con un récord este año de 26 victorias consecutivas.Arribó como favorito ante las ausencias de Nadal y Federer, pero sucedió lo que pocos imaginarían: el gran jugador fue descalificado por una acción que violenta el reglamento cuando disputaba el primer set de los octavos de final contra el español Pablo Carreño.Antes de evaluar el incidente, que escandalizó al mundo del tenis y produjo la inminente sanción al número uno, hay que recordar que Djokovic ha tenido un año emocional muy inestable. Empezó con la irresponsable idea del serbio sobre que el tenis podía regresar con inmunidad y así organizó el Adria Tour , que con fines benéficos habría servido de preparación a los tenistas.La primera etapa fue en Belgrado y luego vino Zadar (Croacia). Ahí fue donde todo se derrumbó, cuando se le ocurrió reunir en una discoteca a jugadores, organizadores, fans... sin las precauciones que exigía la covid-19. También realizó actos públicos en la plaza principal de la ciudad croata.Las consecuencias nefastas no se hicieron esperar. La provocación al letal virus no duró mucho y los tenistas comenzaron a anunciar que eran portadores . Dimitrov, n.º 19 del mundo, lo reveló primero. Luego cayeron entrenadores y hasta el preparador físico de Nole , Víctor Troicki, y su esposa, que estaba embarazada. Por supuesto, el mentalizador Djokovic y su esposa se incluyeron en esta larga lista de irresponsables que decidieron desafiar al virus. El serbio quedó destrozado ante la opinión pública, que calificó el Adria Tour como la ocurrencia de un imprudente , a más de las reacciones lógicas de la ATP y la Federación Internacional, que lo acusaron de causar un daño inmenso a la imagen de las estructuras del tenis.Luego Djokovic se involucró en la idea de crear una asociación de tenistas que, aunque no sustituyera a la ATP, sirviera para proporcionar a los jugadores una estructura de autogobierno. Por supuesto, las máximas autoridades de ATP no se digirieron el tema ni con aceite extra virgen y desvanecieron las aspiraciones del serbio y algunos tenistas más.El día de la penosa agresión a la jueza de línea , en Nueva York, tuvo antecedentes que llevaron al n.º 1 a cometer el exceso en el Arthur Ashe. La intensidad del partido lo había arrastrado. En ese único set que jugó con Carreño, Djokovic había desperdiciado un set point, cuando el resultado estaba a su favor 5-4, y además se conoció que el serbio había sufrido un golpe en el hombro izquierdo al resbalar. Luego de la atención médica, perdió el juego y también la cabeza.En las imágenes oficiales del evento no se podía comprobar cómo el golpe de la pelota impactaba a la jueza, que debió ser atendida ante la desesperación de los asistentes médicos. Djokovic trató de pedir disculpas inmediatamente, en una acción desesperada para que no existiera sanción. Su súplica innecesaria, disimulada y farisaica no tuvo eco ante la postura terminante de las autoridades del torneo. Luego llegó el comunicado oficial de la Asociación de Tenis de EE. UU., que explicó la norma aplicada: “Golpear intencionalmente, de una manera peligrosa o imprudente dentro de la cancha, o golpear una pelota con negligencia sin tener en cuenta las consecuencias conlleva, además de la descalificación del torneo, la pérdida de todos los puntos ganados en el Abierto, más la multa por lo que hubiera ganado en el torneo”. A Djokovic no le quedó otra que aceptar la sanción y abandonar Nueva York sin declaraciones. Solo un frío y breve mensaje en Twitter demostraba el contraste emocional del serbio.A esta acción se la califica como agresión imprudente culposa, porque entre sus características reúne una acción no intencional que provoca un daño a una persona, sin que exista dolo. Debe ser sancionada, porque se convierte en un hecho dañoso: Djokovic no respetó ni cumplió con la obligación de cuidado que las normas del tenis exigen, lo que se demostró fehacientemente en un video con el lanzamiento temerario del serbio. Estoy seguro de que la descalificación afecta a Djokovic, porque su nombre queda registrado entre los tres deshonrados en la historia de los Grand Slam que fueron descalificados en singles de varones, luego de que también corrieron esa suerte John McEnroe , en el Abierto de Australia de 1990, y Stefan Koubek, descalificado en Roland Garros 2000, asimismo por conductas antirreglamentarias.En el tenis, un deporte individual, ante las presiones y exigencias de un partido el jugador debe estar preparado psicológicamente, lo que los psicólogos denominan La Afluencia , que es la unión especial entre la acción y la conciencia. Los deportistas de élite participan con elevado estrés y no es algo intrascendente, sino la muestra de vulnerabilidad que sufren los que pensamos que son los más preparados para enfrentarlo.En los años 80, Jim Loehr, director del Comité de Ciencia de la Asociación de Tenis de los Estados Unidos, insistía en que “la competencia tenística de alto nivel contiene gran parte del drama de la vida en muchos aspectos; es un microcosmo de la vida ”. Es exactamente la burbuja psicológica que no pudo manejar Djokovic.La historia del tenis está llena de esas desproporciones emocionales elocuentes: en los años 70, el rumano Ilie Nastase, talentoso pero con conducta duramente criticada; el chileno Marcelo Ríos, quien declaró que a los 21 años, cuando llegó a ser el n.º 1 del mundo, aquello trastornó su cabeza, era casi un sacrificio y vio al tenis como un adversario más . Hoy el circuito tiene a dos tenistas de gran clase, pero tóxicos para el respeto que exige el tenis: Nick Kyrgios, irreverente con el público y con el adversario, se ha constituido en el bad boy del circuito; y también Stefanos Tsitsipas, quien fue capaz de lanzar su raqueta al banquillo donde estaba sentado su padre, evento bochornoso por el que incluso su madre le llamó la atención públicamente en el torneo del ATP Tour a principios de año.Sabemos que el incidente de Djokovic no es inédito, pero no por ello deja de ser impresentable. Algo similar le pasó al argentino David Nalbandian, quien fue descalificado en la final del torneo inglés de Queens, luego de que rompiera uno de los bordes del juez de silla y le hiriera en una pierna .Todos estos incidentes incrementan la enorme lista oprobiosa que posee el tenis, que alguna ocasión la lideró el emblemático y temperamental John McEnroe. Este reconoció hace pocos días, refiriéndose a Djokovic, que le guste o no será el malo el resto de su carrera : “Tiene muchas cosas a su favor, pero obviamente es una mancha que no podrá borrar”. Y lo dice nada menos que McEnroe, uno de los más famosos irreverentes en la cancha y que hoy, con sus 61 años, ha conseguido que su imagen se limpie fuera de ella. Lo de Djokovic debe verse todavía. (O)

Mario Canessa: La imprudencia culposa de Novak Djokovic

La imprevisibilidad, ese tesoro

Marchó al infinito el goleador everiano Néstor ‘Chino’ Azón

Final del mundo: todo dicho

Una máquina de hacer fútbol

Emelec va a provocar un infarto en sus hinchas si no mejora

No están tan lejos

Moisés Caicedo no fue incluido en el once ideal del Mundial de Clubes; estos son los tres impactos deportivos del día

La Tri femenina entrenó con puertas abiertas antes del duelo clave ante Perú por la fecha 2 de la Copa América 2025

Oficial: Ecuador jugará ante Estados Unidos en octubre

La imprevisibilidad, ese tesoro

Enzo Maresca, DT del Chelsea, y la dupla Moisés Caicedo-Enzo Fernández: ‘Son fenómenos’

Lo último

¡Por favor, toma un agua gratis!: Vecino en Estados Unidos se enfrenta a múltiples multas de 100 dólares luego de sumar años regalando agua fría en épocas de calor

Nicolás Maduro acusa a Volker Türk de ser “agente” de Estados Unidos y de la Europa “imperialista”

Estos sismos se dieron el 14 de julio en el mundo

Las razones que convierten a España en uno de los mejores países para un jubilado de Estados Unidos

Así responde Florinda Meza en redes sociales a los comentarios sobre la serie ‘Chespirito: Sin querer queriendo’

Lula da Silva firma el decreto que permite a Brasil adoptar contramedidas a los aranceles de Donald Trump

Compañía

Ayuda / Asistencia

Nuestras marcas