Con la esperanza intacta

Otón Chávez ochavez@parquedelapaz.com Los azules tienen una enorme hinchada en esa provincia, porque desde sus inicios en la era profesional algunos manabas robustecieron sus filas. Recuerdo a Félix, Torres, Ricardo Riveros, Júpiter Miranda; con los últimos debuté en 1954. Así se sienten los emelecistas después del empate con la Liga de Loja (0-0) la noche del miércoles pasado, porque en la tabla de posiciones tienen 39 puntos, más 24 de gol de diferencia; la delantera más goleadora del torneo (36) y la valla menos vencida (12). Tiene por delante dos partidos: el de hoy contra el Manta, en Portoviejo, y luego en el Capwell recibirá al Deportivo Quevedo.Sin embargo, el fútbol es el fútbol. ¿Qué significa esto? Que lo más atractivo de este deporte es la incertidumbre de los resultados. Claro, también a la larga en un torneo se impone más o menos quien hizo un trabajo deportivo elogioso, tal como lo ha exhibido en todo la temporada el equipo eléctrico. Esas son las voces de aliento, de la justicia, pero...El hincha azul especulaba que si la Universidad Católica llegaba a empatar con el D. Quevedo en la capital quedaba fuera de la pelea; pero perdió de local y por ende sin chance por el título. Es decir, quedó fuera de la conversación.Y quedaba el Independiente de Sangolquí. Y se dijo que si igualaba con el D. Quito también quedaba afuera, porque llegaría a 33 puntos y chao. El empate se dio, pero los lojanos aquí no se dejaron ganar en el Capwell.Hay que reconocer con honestidad que el equipo de la Centinela del Sur hizo un gran juego defensivo y, de vez en cuando, llegó a atacar, pero su gran mérito fue la defensa. Y los eléctricos, salvo en dos jugadas, una que pegó en el palo y otra a las tribunas, no pudo romper esa muralla. Claro, también hubo una mano que el árbitro no sancionó penal, pero los medios deportivos la destacaron. Como sea, la artillería guayaca no pesó. Ni Marcos Mondaini fue el mismo de otros partidos, ni Marcos Caicedo, ni Ángel Mena, ni tampoco Fernando Gaibor.Y ahora ¿qué queda? Veamos si los azules ganan en Portoviejo son campeones; si empatan, también; solo tienen que sumar un puntito más allá o acá, y chao.¿Qué pasaría en el peor de los casos? Que el Independiente se i ponga en los dos juegos que le faltan con la Liga (L) en Loja y contra el Manta en Sangolquí y, además, golear a los dos para sobrepasar el promedio de Emelec que es altísimo (más 24) y que los azules pierdan los dos últimos encuentros por goleada. Y bueno, no es tan terminante.¿Se dan cuenta por qué el balompié es tan popular? ¿Será porque los resultados son así, imprevisibles? ¿Será porque es el más imperfecto y representa un desafío al hombre? ¿Será porque son permanentemente desafíos a superar?Es que el ser humano, a través de la historia, no hace otra cosa que vencer dificultades y en el fútbol encuentra mayormente esos desafíos, porque es el más imperfecto de los deportes.Se acabaron las entradas para el partido de hoy de Emelec en el estadio Reales Tamarindos, de Portoviejo, se informó desde el jueves en los medios de comunicación. Es que los azules tienen una enorme hinchada en esa provincia, porque desde sus inicios en la era profesional algunos manabas robustecieron sus filas.En el arco recuerdo al legendario Félix Tarzán Torres, en la defensa Íder Rivadeneira y Ricardo Chinche Riveros; en el ataque el sensacional Hugo Mena, quien tenía la obsesión de meter goles con chilena y el que fuera crack por largos años: Júpiter Miranda. Tuve la suerte de debutar en Emelec en la primera categoría, en 1954, con el Chinche Riveros y Júpiter Miranda. Con Ricardo nos vimos en el sepelio del gran Pibe Sánchez hace pocos años y antes con Júpiter en el Reales Tamarindos, cuando estuve por allá en misión dirigencial.Con su público eléctrico, Emelec jugará contra el Manta, pero ya sabemos que con un empate los millonarios son campeones en una tierra donde ya consiguieron dos títulos en el pasado (1979 y 1993), así que nada raro sería entonces lo consigan ahora y se forme una caravana deportiva Portoviejo-Guayaquil. Si eso llegara a suceder, mañana se acabarían las entradas para el Emelec - D. Quevedo, en el Capwell, que se realizará el próximo domingo.El técnico de los emelecistas, Gustavo Quinteros, aseguró el miércoles anterior que hay que tener paciencia por tres días. Bueno, es verdad. Pero el mismo jueves que salieron publicados sus deseos, en la primera página de este matutino se recordó un pensamiento del gran Jean Jacques Rousseau, uno de los ideólogos de la gran Revolución Francesa que cambió al mundo en el Siglo IXX, y que dijo: “La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces”, algo que le cae muy bien a la paciencia de la hinchada azul.

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