Enterrar agujas sobre ciertos sectores del cuerpo no es magia. Es acupuntura, una especialidad de la medicina china que se basa en el tratamiento de la energía vital.
La acupuntura consiste en la inserción de agujas estimulantes en puntos específicos y se emplea ampliamente para el tratamiento del dolor, aunque continúan las controversias acerca de su valor.
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“Se dice que somos seres energéticos y justamente, cuando hay un desequilibrio en la energía es que se producen las enfermedades”, dice el médico naturista y acupunturista Guido Tay- Lee Ramos.
La energía puede verse alterada por un exceso, un desequilibrio, deficiencia o por la obstrucción del flujo de la energía causados por agentes patógenos a los que nos exponemos todos los días y con los que interactuamos tales como el frío, el calor, los alimentos, los tóxicos, alcohol, tabaco, sustancias químicas en los alimentos, etc.
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Según Tay-Lee, la acupuntura como especialidad fue aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Existen más de 100 enfermedades que pueden ser tratadas con esta milenaria técnica que actúa como tratamiento definitivo o como un coadyuvante de otras medicinas como la alópata.
De acuerdo a los principios de acupuntura, a lo largo del cuerpo tenemos diferentes meridianos o caminos, que son por donde circula la energía. Estos caminos representan a un determinado órgano. Sobre los meridianos descansan puntos de energía donde las agujas se van a colocar.
Problemas digestivos como gastritis y estreñimiento, menstruales, estrés y parálisis faciales tienen un buen pronóstico. En cuanto al número de sesiones todo depende de la cronicidad del mal.
