Semanas atrás, el economista Wilson Pástor, ministro de Recursos Naturales no Renovables (MRNR), durante entrevista en el canal Ecuador TV, anunció “exitosos convenios” con poderosos proveedores de la talla de Enterprise (USA), Trinidad Tobago y Tecpetrol (Perú) con el objeto de cubrir la demanda nacional de gas licuado de petróleo (GLP).
Pero, mediante fax circular Nº 00063 del 23 de febrero pasado, el gerente general de EP Petroecuador, ingeniero Marco Calvopiña, invitó a empresas estatales y/o compañías hidrocarburíferas a ofertar 669.900 toneladas métricas (tm) de gas propano y 287.100 tm de gas butano, ambas con +/- 20% (total 957.000 tm). Esta operación estuvo a cargo del polémico funcionario petrolero Nielsen Arias, gerente de Comercio Internacional de EP Petroecuador. El 8 de marzo pasado se abrieron los sobres de las trece empresas internacionales participantes. Diez se abstuvieron por diferentes motivos y de las tres restantes (ENI, PMI y ARKHAM) solo la primera era productora de GLP. El trader Arkham S.A. resultó ganador del concurso al ofertar en $ 296 cada tonelada métrica. Es un costo jamás registrado en la historia petrolera nacional, que constituye enorme carga económica para las arcas fiscales. Según el analista petrolero, Fernando Villavicencio, habrá que añadir $ 40 por tm por concepto de almacenaje (buque flotante) y alije de buques pequeños hasta la terminal Tres Bocas, por lo tanto, el valor real que se pagaría por esta transacción sería de $ 336 por tm.
Recordemos que el contrato firmado con Trafigura para abastecer hasta el 2011 el costo fue de $ 73 por tm; el convenio con la estatal PMI fue de $ 149,50 y el actual es de $ 296. No hay explicación lógica por la abultada diferencia, siendo el mismo producto. Se puede argumentar que el precio del derivado está en función del precio internacional del crudo, que en años anteriores el techo fue de $ 150 por barril y se pagó $ 73 por tm. El perjuicio económico de la actual negociación sería millonario, si multiplicamos 957.000 tm por $ 146,50 (resultante entre el actual y anterior contrato de aprovisionamiento).
El presidente Correa, en julio del 2009, refiriéndose al concurso de compra de GLP a través del Incop a la holandesa Trafigura ($ 73 por tm), textualmente expresó: “Hace cuatro años ¿Cuánto nos estaban robando?”. Se ufanó de haber logrado un descuento significativo. Con los actuales diferenciales (precios) y siguiendo el razonamiento del mandatario, ¿Cuánto nos están robando ahora? ¿No cree que llegó la hora de reestructurar el Departamento de Comercio Internacional de la estatal? ¿Estará satisfecho con la “gestión” de Arias? Particularmente, creí que después de tantos deslices cometidos por este funcionario ya había salido de la estatal, pero no es así, sigue protegido por una mano invisible para los ecuatorianos pero visible dentro del espectro petrolero.
El titular de EP Petroecuador debe explicar a la nación quienes son los proveedores de Arkham. ¿Acaso será Enterprise –que aparentemente firmó convenio con el ministro Pástor– y abastece a Trafigura, Trinidad Tobago y Tecpetrol?
Sorprende que después de la declaración de Pástor se haya convocado a un concurso internacional para la provisión de GLP. Si aparentemente se hizo el acuerdo directo, entonces ¿Por qué se efectuó la licitación? ¿Fue una falsa presentación de Pástor? ¿El ministro nos mintió? ¿No existe coordinación entre el MRNR y EP Petroecuador? ¿Hay transparencia en la administración petrolera? Los nefastos resultados responden estas interrogantes…