El nombre de Ecuador se volvió a escuchar en un certamen de belleza internacional, cuando la guayaquileña Olga Álava fue elegida –el pasado sábado– Miss Earth 2011 (Miss Tierra), en una gala celebrada en Manila, Filipinas.

Con emoción por este nuevo triunfo en su vida, la joven conversó con este Diario para dar a conocer todas las vivencias sobre su participación en ese certamen y los nuevos proyectos que tiene como la soberana del concurso.

“La gala fue emocionante (...) lo dejé todo en manos de Dios antes de entrar, y ahora entiendo por qué fui virreina de Guayaquil, cuarta en el Miss Ecuador y cuarta en Miss Hispanoamérica, y es que Dios me tenía guardada esta corona”, afirma la joven de 23 años sobre el éxito logrado en la gala.

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Álava, licenciada en Negocios Internacionales, relata que desde el momento en que la nombraron en el grupo de las cuatro finalistas se sentía ganadora, porque cada una de ellas lleva un título y trabaja por ello.

“Al momento de la pregunta supe que tenía más oportunidades de ganar y así fue. Quedé con Brasil, a la que nombraron Miss Aire, lo que me hizo la nueva Miss Earth. En ese momento vi a mis padres, no aguanté más y lloré”, confiesa.

La ronda de preguntas es el momento decisivo en los certámenes de belleza. En Miss Earth, una competencia en la que participaron unas 70 candidatas, Álava no solo destacó por su respuesta, en la que recalcó que la educación es la mejor solución para preservar el medio ambiente, sino también porque respondió en inglés, comenta.

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“Junto con la candidata de Filipinas fuimos las únicas en responder en inglés, lo cual estoy segura fue un plus”, manifiesta la ecuatoriana, quien estuvo acompañada por sus padres, Ramón Álava y Teresa Vargas de Álava, y por su madrina Leticia Arteaga de Cervantes.

Pero su notable desenvolvimiento no fue solo durante la final, asegura. Todo el concurso siempre llamó la atención de los organizadores.

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“Siempre intentaba hacerme conocer con las personas que estaban diariamente con nosotros y al final resultaron algunos de ellos ser jurados”, dice.

Agrega que “hubo visitas a los sponsors chinos que tenían sus hoteles acá y marcaba la diferencia la ecuatoriana que podía defenderse en chino. Me ayudó mucho el saber chino”, comenta la joven, quien aprendió el idioma en clases que tomó en Ecuador y en Shanghái.

Sobre su desempeño, expone, su preparación en reinados comenzó cuando ingresó al torneo Reina de Guayaquil, con la asesoría de José Hidalgo, de la escuela de misses Diosas.

Añade: “En el Miss Ecuador gracias a los profesionales como diseñadores, doctores y estilistas aprendí mucho sobre imagen. Luego seguí con José (Hidalgo), ya que es un profesional en quien confío”.

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Ser la embajadora mundial del medio ambiente, ayudar a conservarlo e inculcar a las personas la importancia de la madre tierra serán parte de sus obligaciones como Miss Tierra, explica.

Durante el año como representante de este certamen, Álava viajará a Filipinas, Europa y EE.UU. para apoyar campañas medioambientales, causa fundamental por la que se realiza el concurso creado por la empresa Carousel, para concienciar sobre la ecología y los efectos del cambio climático.

“Celebrando los bosques para la gente” es el lema con el que se promocionó este año la edición del concurso. Por ello, Álava encabezará la iniciativa de reforestación en Filipinas, donde visitará escuelas para involucrar a los niños y jóvenes.

La corona del reinado no fue el único reconocimiento que obtuvo la ecuatoriana. Antes de la final fue elegida también como la concursante con la mejor pasarela del torneo.

La nueva soberana prevé desarrollar proyectos a favor del medio ambiente en el país. “Me encantaría apoyar al Yasuní e involucrarme más. Acá les interesaría trabajar con las islas Galápagos. Aún no se define, pero en Ecuador seguro se realizará un plan ambiental positivo”.