Sin lugar a dudas, nuestro Gobierno disfruta cuando sus mandantes pueden viajar y distraerse durante un extenso feriado, hábilmente zurcido; un feriado que aplaca rivalidades y que sirve para olvidarse, inclusive del 30-S. Serán cinco días: del 2 al 6 de noviembre; el viernes 4, por decreto, es parte del feriado y deberá ser recuperado, de manera obligatoria; de esta suerte un sábado se convertirá en un día de ocho horas de trabajo para escuelas, colegios y centros comerciales.
Tengo cierta experiencia en viajar dentro del país, lo cual ha creado en mí ciertos hábitos que deseo participarles para que ustedes los examinen y, si les parece bien, los discutan en familia, los adopten o los desechen. El orden de los factores no altera el producto, amigas y amigos; son elementos varios que juntos coadyuvan al éxito de unos días de descanso.
-Denle tiempo al tiempo. No dejen para fines de octubre la decisión si salen o no de viaje. Háganlo ya. Examinen sus finanzas y decidan la extensión del feriado: uno, dos, tres, cuatro o cinco días. La satisfacción de un viaje no depende de su duración en días; el éxito es la suma de algunos detalles que son tomados en cuenta, precisamente, durante la organización del paseo.
-Es fundamental definir hacia dónde y durante qué tiempo saldrán de viaje; si se quiere salir durante tres días, por ejemplo, hay que buscar dónde pasar las dos noches. Los ecuatorianos tenemos una filosofía que la considero positiva: “disfrutar del momento mientras se puede; si para esto hay que endeudarse, qué importa”. Algunas de las principales carreteras del país se encuentran en buen estado. Vale la pena recorrerlas. Es un deleite. Les recomiendo, teniendo como base Guayaquil: Babahoyo-Quevedo-Santo Domingo-Quito; Babahoyo-Guaranda-Ambato; Ambato-Baños-Puyo-Macas; Puyo-Tena-Archidona-Baeza-Quito; la Ruta del Spondylos o Ruta del Sol (Salinas-Puerto Cayo-Manta-Bahía-Pedernales-Esmeraldas); Bucay-Pallatanga-Riobamba-Ambato; Puerto Inca-Molleturo-Cuenca, Cuenca-Loja-Zamora-Gualaquiza; y no podía faltar: Cuenca-Chordeleg-Sígsig, etcétera. Para un feriado largo, como el que se aproxima, todos los caminos son posibles porque nuestras provincias, en apariencia lejanas, están “a la vuelta del camino”. También es una buena alternativa conocer a fondo la provincia donde se vive con sus cantones, porque cada una de las pequeñas ciudades tiene algo especial que ofrecer. Esta alternativa tiene la ventaja de poder viajar en el día y retornar para dormir en casa; desde Guayaquil: conocer la ciudad de Samborondón y Salitre; Playas, Posorja, el Morro; la presa Daule-Peripa; Vinces; Balzar; Daule, Nobol, etcétera. Son pueblos con su cultura y atractivos muy propios, a pesar de estar dentro de una misma provincia.
-No viajen a ciegas. Infórmense oportunamente. Mr. Google está para servirles, aun en detalles mínimos. Si viajan con niños escolares o jóvenes colegiales hagan de esta experiencia un momento importante para conocer la patria recordándoles que “nadie ama lo que no conoce”. Existen mapas viales que son importantes cuando uno se dirige a un lugar desconocido.
-Finalmente si viajan con transporte propio háganlo revisar a tiempo; recórranlo un par de días. Nunca viajen con un auto apenas sacado del taller. Es un riesgo.