En la vecina Colombia, en los últimos veinte años, se registraron 163.762 homicidios y 31.841 desapariciones forzadas, todas víctimas asociadas con el conflicto armado. ¡En plena democracia, Colombia produjo tres veces más desaparecidos que, juntas, las tres dictaduras militares del Cono Sur! “Esa es la horrorosa magnitud de la tragedia humanitaria y democrática que causaron quienes se propusieron refundar la patria”, sostiene Claudia López Hernández, la politóloga que viene revelando desde hace varios años esta pavorosa realidad que ahora podemos leer en el libro Y refundaron la patria… De cómo mafiosos y políticos reconfiguraron el Estado colombiano (Bogotá, Debate, 2010).
El planteamiento central es que esa barbarie se dio, entre otras razones, porque una tercera parte del poder político y estatal colombiano fue capturado poco a poco por estructuras organizadas con componentes armados, financieros, mafiosos y políticos, en las que no solamente actores clandestinos e ilegales –sino también actores públicos y legales– usaron la violencia y se beneficiaron de ella para conseguir sus propios fines. Este volumen desnuda el contexto terrorífico en el que una serie de actores políticos, aprovechándose de los recursos del control del poder y mecanismos electorales, fue apropiándose del Estado para obtener no el bien público sino sus objetivos corporativos.
El miedo que trae esta realidad extrema se va agravando al constatar que una tercera parte de los alcaldes, gobernadores y congresistas de la última década pudieron haber sido promovidos por el narcoparamilitarismo y la guerrilla, con quienes cogobernaron. Fue una época espantosa en que se juntaron los intereses complementarios de las élites políticas, mafiosas y armadas. En este escenario debe comprenderse la gestión del ex presidente Álvaro Uribe, ya que ocho de cada diez parapolíticos pertenecieron a la coalición gubernamental. ¡Las mafias capturaron los organismos de seguridad, las agencias estatales, los partidos, el Ejecutivo, los cuerpos colegiados y la justicia!
Tomando en cuenta los tentáculos de estos procedimientos degradados, López se pregunta: “¿Qué tipo de Estado podemos esperar de la participación determinante de mafias en los procesos políticos y económicos de su formación? ¿Qué tipo de Estado resulta cuando parte de las fuerzas legales y estatales que participan en su construcción están cooptadas por actores e intereses del crimen organizado, o cuando las fuerzas supuestamente legales han usado y cooptado al crimen y la ilegalidad para su propio beneficio en el proceso de construcción del Estado?”. Las respuestas a estas interrogantes sugieren la necesidad de promover una ciudadanía activa y bien informada que esté alerta y que denuncie e impida esta toma ilegítima e ilegal del Estado.
Para redactar estas 524 páginas (que vienen acompañadas de un CD que recoge un vasto material de las pesquisas realizadas), López y otros quince coautores entrevistaron a periodistas, líderes sociales, políticos, fiscales y académicos, e indagaron en cuanto archivo pudieron entrar (las fuerzas militares se negaron a entregar cualquier tipo de información). El resultado: esta valiente y contundente investigación que contó con la participación de instituciones como la Corporación Nuevo Arcoiris, el Congreso Visible de la Universidad de los Andes, DeJusticia, el Grupo Método y la Misión de Observación Electoral. El título del libro hace referencia al propósito de esos mafiosos que se sintieron predestinados para refundar el país.