Cuando conocí una forma de gestión económica, gestada por doña Chiara Lubich, fundadora del movimiento de los Focolares, que aplica los fundamentos de la Doctrina Social de la Iglesia, me alegré y decidí comunicarla a mis lectores escribiendo ‘¿Economía de Comunión?’, que publicó EL UNIVERSO el 18 de junio de 1997.
Años después, con motivo de una presentación del sistema, auspiciada por la Asociación Cristiana de Empresarios de Guayaquil, hice presente el particular en mi artículo ‘¿Funciona la economía de Comunión?’, EL UNIVERSO, el 24 de agosto del 2005.
Ahora, los Focolares me han hecho conocer que se va a realizar una jornada denominada Transformando la productividad en desarrollo-protagonistas de una nueva corriente económica.
Explican, en su invitación, que el propósito es avanzar a una nueva concreción, más amplia y profunda, de un nuevo concepto y una nueva manera de encarar la economía como respuesta al desafío de los tiempos actuales.
Afirman que no se trata de una disquisición filosófica o un análisis axiomático de la economía sino de una respuesta desde la experiencia, basada en hechos reales, llevados exitosamente a cabo por empresarios de varios países del mundo.
La presentación y las explicaciones estarán cargo de invitados especiales: la doctora Cristina Calvo, catedrática argentina, autora de libros sobre el tema y consultora internacional, y don Ramón Cerviño, empresario de la misma nacionalidad, de larga trayectoria en la difusión de esta nueva opción de vida en los negocios.
En Economía de Comunión participan empresarios, trabajadores, directivos, vendedores, consumidores y demás operarios económicos y sus finalidades básicas son:
Sostener, mediante proyectos compartidos basados en la reciprocidad, la subsidiaridad y la comunión, el desarrollo de personas y comunidades que se encuentran en la indigencia.
Extender la cultura del dar y de la reciprocidad, como precondición para alcanzar un desarrollo integral, así como una economía y una sociedad fraterna y solidaria.
Desarrollar la empresa, creando puestos de trabajo y riqueza, orientando toda la vida de la empresa, tanto interna como externa, hacia el bien común.
La aplicación de este sistema en varios países del mundo ha dado vida a parques empresariales en las ciudadelas creadas por el movimiento de los Focolares, con el fin de mostrar una zona industrial sui géneris, como un laboratorio vivo de lo que puede lograr la aplicación de la Economía de Comunión.
¿Por qué? Porque nace de una espiritualidad de comunión, como expresión del carisma de la unidad en la vida civil, conjuga eficiencia con fraternidad, se apoya en la cultura del dar para cambiar los comportamientos económicos; y, no considera a los pobres principalmente como un problema sino como un valioso estímulo para el bien común.
¿Le interesa aprender sobre Economía de Comunión? ¿Sería tan a amable en darme su opinión?