El show musical de 'Patito Feo' se presenta hoy en Quito

Los protagonistas de la telenovela argentina Patito Feo, que actualmente se transmite por Ecuavisa y que está liderada por Laura Esquivel y Brenda Asnicar, se presenta hoy en Quito en el coliseo General Rumiñahui.

El show, que es parte de  La gira más linda,  y que ha recorrido países de Latinoamérica y  a fines de este año irá a Europa, va a realizarse desde las 18:00 y durará dos horas, tiempo en el que “las Divinas y las Populares”, como se llaman los grupos musicales en la telenovela, presentarán sus coreografías cargadas de energía y canciones.

Mañana los integrantes del show musical vendrán a Guayaquil, pero no se reunirán con la prensa local, solo van a estar en la mañana en el programa En contacto, de  Ecuavisa, y el sábado, a las 14:00 y a las 18:00, se presentarán en el Centro de Convenciones Simón Bolívar, donde se espera la asistencia de 10.000 espectadores en total.

Su show está dirigido a niños y adolescentes y las entradas están a la venta en los almacenes Casa Tosi del centro (Luque y Pedro Carbo), Policentro (cdla. Kennedy) y Mall del Sur (av. 25 de Julio); sus costos son: $ 80 pato box, $ 60 divina box, $ 50 preferencia y $ 20 general.

Luego los artistas partirán a su país, Argentina, y en abril próximo se presentarán en Uruguay. Laura Esquivel, quien en la telenovela es Patricia, la niña fea que se gana el cariño de sus compañeros, entre ellos el de Antonella (Brenda Asnicar), señaló que  no descarta lanzarse próximamente como solista, que es “lo que más me gusta”.

En tanto, Andrés Gil, quien encarna a Bruno, dijo que quiere retomar sus clases de actuación para reforzar su carrera.

Ante la interrogante de si  Patito Feo (una historia al estilo Yo soy Betty la fea o Mi gorda bella, en las que sus protagonistas cambiaron su imagen) terminará convirtiéndose en cisne, Rodolfo Stagssel, productor de la telenovela juvenil, anotó  que en televisión ya todo está inventado, y que en el caso de Patito “a todos nos puede pasar en la edad de la adolescencia no sentirnos agraciados, y esto la hace diferente”.