Científicos argentinos descubrieron que una sustancia presente en los pepinos de mar tiene la capacidad de inhibir la proliferación de células cancerosas.
El compuesto fue hallado en el Psolus patagonicus, una de las aproximadamente 1.200 especies conocidas de pepino de mar, pariente cercano de las estrellas y los erizos que vagan por las profundidades alimentándose de los sedimentos oceánicos.
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El estudio lo financió la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.