La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) resolvió anoche enviar una misión de mediación a Bolivia en búsqueda del diálogo entre las partes en conflicto, que encabezará Chile y el secretario la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Además se creó una misión de apoyo y asistencia al gobierno de Bolivia. La cumbre presidencial condenó la masacre en el departamento de Pando y resolvió dar paso al pedido boliviano de formar una comisión de derechos humanos que investigue los abusos cometidos durante los enfrentamientos.
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Luego de cinco horas de reuniones a puerta cerrada en el Palacio de La Moneda (sede del Ejecutivo chileno), los mandatarios firmaron un acuerdo de emergencia donde puntualmente reconocen la autoridad legítima del gobierno boliviano representada en el mandatario, Evo Morales y ratificaron el principio de no intervención.
Morales denunció que en su país se prepara un golpe de Estado desde las prefecturas. Su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que en Bolivia está “en marcha una conspiración internacional dirigida por el imperio norteamericano”.
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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, propuso “aplicar sanciones a todo intento de romper el orden democrático en la región y cerrar las puertas a todos los incitadores a esa desestabilización”.
Correa arribó acompañado de la canciller María Isabel Salvador y dijo que “aquí no caben negociaciones, todos sabemos perfectamente lo que está pasando en Bolivia”, recordó.
Indicó que en la Unasur “no caben medias tintas” por lo que planteó aplicar sanciones a los intentos de romper el orden democrático y que “los incitadores no tengan un lugar en América Latina en donde refugiarse y esconder su conciencia”.
Correa resaltó la iniciativa de Bachelet y alertó que nuevas estrategias buscan separatismos que están en marcha por “la imposibilidad de ciertas élites de captar el poder”.
Los asistentes
Asisten a la cita de la Unasur los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Tabaré Vázquez, Uruguay; Cristina Fernández, Argentina; Fernando Lugo, Paraguay; Álvaro Uribe, Colombia; Hugo Chávez, Venezuela; y Rafael Correa, Ecuador. Además el secretario de la OEA, José Miguel Insulza, y delegados de Guyana y Surinam.
García faltó y Uribe pifiado
El peruano Alan García es el único presidente ausente. Álvaro Uribe recibió una silbatina afuera de La Moneda.