Las Vegas es el centro de la diversión mundial para la maestra y coreógrafa de danza clásica Ana Wiesner, quien atraída por el negocio del espectáculo de esa urbe de Nevada (Estados Unidos) recorrió los shows más espectaculares junto con su familia desde finales de julio a mediados de agosto anterior.

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“Como estábamos con niños pasamos una noche en el hotel Circus Circus (con la forma de un circo), que tiene un completo e inmenso parque de diversiones en su interior. Luego nos alojamos por tres noches en el hotel Treasure Island, que brinda un espectáculo maravilloso al aire libre con piratas que simulan invadir un territorio y comienza la batalla”, recuerda Ana, quien se sorprendió que para ese acto el hotel cuente con un gran reservorio de agua que simula el océano (recordemos que Las Vegas está en pleno desierto).

También disfrutó de las presentaciones del Circo du Soleil (Circo del Sol) en ese hotel y en el lujoso Wynn, ambos ubicados en la deslumbrante avenida principal de Las Vegas, conocida como The Strip.

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“Participé además en una audición como coreógrafa creativa para el show del Soleil en Treasure Island (Mystère) y obtuve el trabajo”, indica esta guayaquileña que planea regresar en enero para colaborar en el montaje de este espectáculo.

“Es un trabajo agotador que dura como un mes. El negocio del espectáculo es tan estresante que siempre se renuevan los artistas. Siempre ingresa gente nueva”, manifiesta Ana, quien en Las Vegas apostó a mezclar la diversión con el trabajo. Y ganó.